Estas acariciándome la espalda,
mientras cuentas mis pecas.
Me gusta cuando te paras en ellas
y las besas.
O cuando juegas a unir los puntitos,
por si sale una figura
y me haces cosquillas.
Y no puedo evitar echarme a reir.
Mientras dibujas con tus dedos en mi cuerpo.
O cuando sonríes porque sabes,
que no me gusta que me toquen las orejas,
pero aún así siempre acabas en ellas.
O las veces que me he dormido,
mientras me hablabas
y me has despertado mordiéndolas.
Es raro pero lo echo de menos.
Bueno en realidad te echo de menos.
