A los ojos la puedo mirar,
pero sé que ella ya no está.
Me alegro de poder dejarla atrás,
me costó dejar de llorar.
Pero ahora preparada estoy,
para decirle que ya no soy
la misma que le rogaba amor,
la misma que aún sabiendo las mentiras.
Su sudor quería.
Por que hoy ya sé qué más no me va doler.
Por qué hoy ya se que ganar podre.