La fría sensación que llega lentamente a mí, es similar al húmedo frio que recorre el lugar en donde estoy, no importa cómo o a donde me mueva la sensación no desaparecerá, giro sobre mí mismo una vez, algo tosco se enreda en mí, es frio como el suelo e igual que el aire está bastante húmedo, no me deja moverme con libertad, me levanto, me acuesto, pero sigue siendo un ciclo sin fin, he escuchado que le llaman cadena. Pero nada de eso me importa mucho pues no puedo despegarme de ella y pese a todo, aquí tengo lo que necesito aunque las emociones no sean lo más abundante es tan común para mi mirar el mismo panorama cada vez que el sol alumbra que ni siquiera sé que hay detrás del gran muro que veo más adelante y si en algún momento lo supe ya lo he olvidado.
¿Cómo era lo que está allá afuera?, mientras me acomodo en el suelo empiezo a pensar, ¿Qué existirá más allá de este lugar?, ¿será todo como una gran habitación pero donde la cadena sea más larga? O es que acaso no existirá nada que te restrinja y uno podrá moverse con libertad como las "aves" que observo en el firmamento, la verdad es que esto fue algo que le escuche mencionar a uno de los que viven en el mundo tras la gran puerta de metal, honestamente no me veo tan interesado de lo que existe allá afuera pues después de la puerta de metal hay cosas más interesantes que están a mi alcance, a veces puedo ver que tienen algo similar a la comida, tiene un olor que me hace salivar les hablo numerosas veces con la intención de captar su atención y me compartan un poco de eso, si tengo suerte arrojaran un pedazo en mi dirección y poder probar un poco, pero sino la tengo entonces mi ventana a ese mundo será bloqueada de nuevo por la gran puerta, nunca se si mi petición será escuchada así que a veces con tal de ver un poco más, mascullo la comida que tengo, frente a la puerta así al menos mi estómago no está vacío al momento de verles.
Y así pasa el tiempo mientras la luz brillante ilumina donde me encuentro, básicamente paso mi tiempo acomodándome mientras descanso o comiendo lo que se haya a mi alcance así como lo que traen para mí, suficiente para sobrevivir y aun así no negare que miro con recelo el interior de la gran puerta, ¿Qué más existirá dentro?
Cuando la oscuridad se cierne a mi alrededor las cosas cambian y brevemente puedo pasar al mundo interior de la puerta, aunque sea por unos segundos soy capaz de disfrutar el calor que recela dentro suyo para posteriormente ser lanzado al exterior de otra puerta igual a la anterior, solo que en esta ocasión no hay más cadenas a mi alrededor. Puedo moverme por el mundo pero este mundo es tan pequeño que ni siquiera me tardo en recorrerlo.
Incluso si alzo mi cabeza encuentro que existen muchas cosas a mi alrededor pero aunque saltara no las podría conseguir y aun que las consiguiera me serían arrebatadas volviéndome a dejar igual así que al final este mundo no era tan diferente al habitual
Sin embargo esto no era lo importante de este mundo. Cuando la oscuridad se cierne por completo una nueva luz emerge de las sombras, aparece repentinamente pero es una señal para estar alerta, pues pequeñas cosas se arrastran a veces por este mundo, supongo que son los que existían antes de que yo llegara y no les agrada mi presencia, por lo que he aprendido esas cosas desean entrar al mundo detrás de la puerta y me ven como una amenaza para llegar a su objetivo, se escabullen y usan las partes de este mundo que están bloqueadas por construcciones para esconderse, ese gran cubo que hace ruido es uno de sus escondites más comunes, es como si todas esas criaturas supieran donde ir para escapar, pero aun así todas terminan igual, su sangre me cubre a veces y otras simplemente les aplasto con mi fuerza pero ninguno ha podido ganarme, no pueden cruzar al mundo detrás de la puerta.
Pero en esta oscuridad paso algo extraño, una de las criaturas tenía un comportamiento raro se movía atacando a las otras y todas escapaban, ni siquiera se preocupaban por mi presencia, por mi parte yo limitaba mi acercamiento para averiguar que pasaba, cuando estuvo bajo la luz de la oscuridad pude ver que salivaba y estaba herida como si se hubiesen arrancado partes de su cuerpo, era extraño, pero no tenía a donde ir, mientras más intentaba retroceder menos espacio le quedaba a este mundo, no puedo temer a una criatura así, si cada vez que la oscuridad cobra presencia les arrebato la vida a sus semejantes, no puede ser que ahora me detenga.
Mi ataque es rápido no quiero correr riesgos, solo toma un movimiento para terminar con esta criatura, incluso cuando volteo a mi alrededor las demás están intentando esconderse, pero no de mí, algo está mal, mi peso vence a mi cuerpo, no sé qué está pasando, me siento mareado, empiezo a salivar, algo está mal. Veo la puerta abrirse, no entraran al mundo interior, me incorporo lentamente no puedo alcanzar a esas criaturas, son muy rápidas... vuelvo a caer pero esta vez no me puedo levantar, algo me duele, no sé lo que es pero duele, duele mucho, veo a uno de ellos entrar y empieza a acabar con esos animales, puedo descansar.
Abro los ojos, no sé dónde estoy es un mundo diferente, me pesa la cabeza, no puedo moverme mucho, me sostienen... mi boca no deja de salivar, el dolor no parece menguar, no deja de doler, notan mi desesperación antes de que no pueda soportarla más y vuelva a caer.
Abro los ojos, el piso es frio y es del mismo color que la puerta, no me puedo mover, no me quiero mover, hay cosas dentro de mí, veo a uno de ellos, viste blanco completamente, está sosteniendo algo, lo está acercando a mí, el dolor no es tan fuerte como el que siento ahora pero duele y tras ese dolor dejo de sentir poco a poco, mis ojos se sienten pesados, mañana estaré bien, alguien deje comida en mi plato y no acabaron con todas las criaturas, si, mañana me ocupare de eso.
El doctor habla: "Señora, por lo que me cuenta su perro estuvo expuesto constantemente a enfermedades e infecciones, era cuestión de tiempo"
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Historias en las tierras olvidadas
General FictionNarraciones fantásticas de diferentes lugares, ninguna es igual a la anterior, se mueve entre la cruda realidad y la locura mas ajena a la moral, desde lobos que quieren cenar hasta ángeles que a la tierra desean bajar, un reencuentro entre amigos o...