"Do you remember when we felt like the only two alive?"
-Pero...En el remoto caso de que se me ocurriera escucharte...
No pudo continuar, Elena le miraba como una niña pequeña mirando un escaparate de chuches a la que le acaban de decir que puede elegir lo que quiera, Daniel volvió a suspirar y alzó la mirada al techo preguntándose qué debía hacer.
-Que haríamos, Elena, somos simples jóvenes no tenemos pruebas, ni pistas que seguir...
-Ahí te equivocas.
Elena sonrió todavía más, sus ojos brillaban de la emoción, Daniel la miró a los ojos y se mordió el labio inferior, la idea era llamativa, investigar un caso de asesinato sería algo totalmente diferente a lo que estaba acostumbrado, pero sabía que no era ni de lejos el protagonista de una serie de acción, y que si de verdad había algo que investigar la policía podía encargarse, él no tenía el equipo necesario, no tenía armas, ni posibilidades si de verdad se trataba de un asesino en serie, como imaginaba Elena, mientras el más pensaba la sonrisa de ella cada vez se hacía más pequeña, ella esperaba la respuesta con esperanzas, aunque ya no le quedaban muchas.
-Elena, solo tengo 25 años, qué quieres que haga, no soy policía, y mucho menos detective.
-Déjamelo a mi, he visto suficientes veces CSI como para saber llevar las riendas.
El volvió a suspirar, había aceptado ya que tenía curiosidad, Elena estaba super emocionada, pero él no lo tenía tan claro, si investigar un asesinato fuera tan fácil que con verte todas las temporadas del CSI lo podrías resolver, cualquiera sería policía, y no habría casi crímenes por el mundo, aun así...
-Bueno, y cual es esa pista que nos hará resolver un caso que ni la policía consiguió resolver.
-Nosotros sabemos algo que ellos no saben.
-¿El que?
-Que había, como mínimo, 2 cadáveres.
-Elena...
Elena remarcó el 2 poniendo dos dedos en su mano y acercándose a mí. Aunque estaba claro que esto no iba a ir bien, sí empezábamos a tomaros nuestras suposiciones por la palabra de dios.
-Son solo suposiciones no podemos estar seguros de si...
-Estoy segura Daniel, te lo juro, había dos cadáveres
Ella estaba seria. Suspire de nuevo, no sabía cuántos suspiros llevaba en lo que llevábamos hablando, pero sabía que si seguíamos así acabaría sin aire, así que di por finalizada la reunión de "detectives de pacotilla". Me aseguraré de no decir eso frente a Elena, sé que se enfadaría
-¿Te quedas esta noche?, quiero decir, es tarde.
-Claro, pero si pedimos comida china, me chifla la comida china.
Me reí por su expresión. Se hundió en el sofá levantado los brazos y las piernas, cada vez que la miraba me recordaba más a una niña pequeña, solo le faltaban los pucheros y las lágrimas de cocodrilo que estaba seguro, iban a aparecer dentro de poco.
-Pues comida china se cenara.
-Bien!- Dijo haciendo un gesto de victoria.
Me senté en el sofá, Elena se apoyó en mi hombro y abrazo un cojín. Empece a pasar canales, sin interés realmente en nada, hasta que pare en un canal en concreto. Casualmente estaban dando CSI en esos momentos, así que lo dejé. Llevábamos una media hora apoyados el uno en el otro, ella disfrutando y yo intentaba aprender lo máximo que pudiera sobre resolver un asesinato. Concentrados en la pantalla casi ni oímos cuando llamaron al timbre para traernos nuestra cena. Cogí la bolsa y la coloque delante nuestro, ella rápida cogió una caja que contenía cortezas chicas, yo me cogí los fideos y me los comí mientras ella recostada en el sofá se comía sus cortezas. Estábamos en silencio, solo se oía la tele de fondo y a nosotros comiendo, pero ninguno hablaba. La televisión se puso en publicidad, y Elena sin despegar los ojos de la televisión y con la boca llena de cortezas, me preguntó
-¿Cuánto llevas viviendo aquí Daniel?
-Pues... unos 8 meses, ¿porqué?
-¿Cuando llegaste estaba la alfombra?
-No creo, siempre estuvo esa mancha ahí.
-Ya veo...
Trago las cortezas que llevaba masticando un tiempo y despego la mirada de la televisión. Sus ojos estaban tristes, como si estuviera a punto de llorar. Me miraba a mi, no, miraba a la pared. Yo no podía dejar de mirarla, ella apartó la mirada y me miró a los ojos, con una media sonrisa, también demasiado triste.
-Pareces un buen chico.
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Chuches de Sandía
Ficțiune adolescențiEl apartamento de Daniel ha resultado ser una ganga sin una razón aparente, pero poco después se entera del aterrador motivo: en ese apartamento tuvo lugar la escena de un crimen. Un crimen con el caso aún abierto. Al enterarse, él decide descubrir...