¿Me pueden culpar si digo que extrañaba tocarla? Si digo que extrañaba sentir su cálida piel en las yemas de mis dedos... como sus ojos me absorbían el alma mientras intercambiábamos sentimientos... ¿Me pueden culpar?
Me habían recetado ponerme una crema que ayudaría con mis heridas y luego de semanas aplicándomelas yo misma, ella se ofreció a hacerlo. Mi cuerpo no tardó en reaccionar ante su tacto... Simplemente no pude detener mi impulso en acariciarla.
Ese día estábamos en mi habitación, estábamos solas. Ya había pasado más de un mes y las heridas habían cicatrizado bien así que podíamos hacer esto... quería hacerlo.
Mis labios capturaron los suyos e inmediatamente mis manos fueron a su cabeza entrelazando mis dedos en sus largos cabellos. Esta acción hizo que el beso se profundizara y justo ahí encontré mi paraíso en tierra... Ella.
"C-Chaeng" gimió Mina al sentir mi cálida lengua saboreando la suya. Mi boca viajó por todo su rostro aprovechando en besar cada porción de piel hasta llegar a su cuello. En todo este tiempo no habíamos llegado a este punto porque ambas aún seguíamos recuperándonos, sin embargo el dolor ya se estaba yendo y ahora teníamos otras necesidades.
Tomé el borde de su playera blanca y la alcé intentando sacarla. Mina me ayudó y en un dos por tres su torso estaba totalmente expuesto para mí, ayudaba que estos días nos quedábamos en casa, por lo que no había necesidad de usar sujetador.
Suspiré al verla así, sentí mi pulso acelerarse y mi centro empezó a palpitar anticipando nuestro encuentro. La admiré antes de que mis manos recorrieran toda la extensión de su blanquecina piel. La acariciaba delicadamente y de pronto mis ojos se clavaron en esa cicatriz que traía casi a la misma altura que la mía.
La bala que su padre había disparado me impactó por la espalda y salió por mi abdomen, después de impactar conmigo la atravesó a ella. Me contaron que no tardaron mucho en disparar al padre de Mina, al parecer fue el señor Im quien se desquitó con él por lo que le había hecho a su hija. Un par de balas bastaron para acabar con la vida de ese hombre que solo causó daño en nuestras vidas y como recordatorio de lo que habíamos vivido nos regaló aquellas cicatrices.
Esas cicatrices iban a estar en nuestros cuerpos toda la vida y aunque ya todo había acabado, no pude evitar en sentir miedo.
Toqué aún con más cuidado su cicatriz y justo en ese momento dejé de besarla.
Mis ojos miraron los suyos y solté un suspiro.
"Chaeng" me susurró con voz ronca "Quiero hacer el amor" terminó de decir para pasar su lengua por mi oreja, pero no reaccioné. Ella volvió a buscar mis labios sin embargo yo me aparté.
Me recosté a un lado en la cama y ya para este punto mi calentura se había apagado. Pasé saliva intentado decir algo pero no sabía qué decir exactamente. El miedo me estaba consumiendo.
"¿Chaeyoungie?" soltó, se apoyó en su codo y me observaba de su lugar tratando de buscar mis ojos. No la miraba, perdí mi mirada en el techo.
Mi pecho subía y baja buscando normalizar mi respiración. El ambiente había cambiado drásticamente, ahora era incómodo.
"¿Chaeng? ¿Pasó algo?" me volvió a preguntar mientras con su mano giraba mi rostro para hacerme mirarla.
"M-Me duele aún... n-no creo que pueda hacerlo" le respondí con mi voz temblorosa. Qué gran mentira.
"Está bien... podemos esperar... no hay prisa" me creyó y me regaló una sonrisa. En ese momento unas lágrimas rebeldes se escaparon de mis ojos. Me levanté rápidamente para evitar que me viera llorar y me dirigí al baño.
ESTÁS LEYENDO
"She" ※ Michaeng ※
RomanceUna problemática y poco social Chaeyoung se da cuenta que posiblemente le gusten las chicas, algo que para ella y la sociedad en la que creció no está bien visto; las cosas se complicarán cuando decida aceptar sus sentimientos por "ELLA". COMPLETA (...