Though I Can't See You➳ Juliantina G!P 《Terminada》

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 24

No había podido dormir.

Lo único que había podido hacer era recordar las manos de Valentina sobre mi cuerpo. Sus labios rojos y mullidos besándome sin parar durante casi una hora.

Habíamos tenido que parar cuando escuchamos la puerta del dormitorio de mis padres abrirse.

Estaba segura que no ocurriría nada más, pero de todas formas no pude evitar el rubor de mis mejillas cuando ellos se sentaron en el sillón junto a nosotros a charlar.

Valentina no había soltado mi mano para nada y me acariciaba con su pulgar el dorso enviando descargas eléctricas por todo mi cuerpo. Aún estaba tan aturdida por aquel contacto que habíamos tenido, que me volvía loca sentirla así.

Ella había querido pasar por mí a la universidad lo hubiera hecho si no hubiera quedado de salir con Lucia aquella tarde.

Ahora me encontraba recorriendo tiendas mientras charlábamos.

Ella y Jacobo lo habían hecho exclusivo y ahora eran oficialmente novios. Estaba feliz por ella, se veía que ella realmente le gustaba y estaba consciente de que sus antiguos novios habían sido unos completos idiotas.

Jacobo parecía un buen chico así que no podía estar más feliz.

- ¿Qué ha pasado de nuevo con Valentina? ¿Arreglaron lo que pasó en la discoteca? - preguntó mientras salíamos del centro comercial.

Yo comí un poco de helado que acababa de comprar antes de responder - Sí. Durmió en casa.

Lucia se detuvo en seco y me miró con los ojos muy abiertos.

- ¡Juli!, ¡No me digas que Valentina y tú...!

- ¡No!, ¡Dios, no! - la interrumpí antes de que terminara - ¿Por quién me tomas?, ¡No!, Sólo durmió en casa. Me abrazó toda la noche y estuvimos charlando mucho, pero no pasó nada.

Vi el alivio en el rostro de Lucia y tras un silencio cómodo me dijo:

- Juliana, ¿Te puedo dar un consejo?
La miré atentamente sin responder y ella continuó - Si vas a hacer algo con alguien, ya sea Valentina u otra persona; hazlo enamorada. No sabes cómo me arrepiento yo de no haber estado enamorada cuando sucedió. Habría sido increíble, estoy segura... no cometas ese error.

Recordé mi tarde anterior y me ruboricé. Valentina no se aprovecharía de mí nunca, estaba segura. Y sabía que si yo la hubiera detenido, ella habría parado. Valentina comprendería que yo necesitaba estar lista para dar ése paso; no me quedaba duda de ello.

- Está bien - dije tímidamente. Rogaba al cielo que no me volteara a ver o notaría el rubor en mis mejillas y comenzaría el interrogatorio.

- ¡Oh, Dios mío!, ¡No mires, Juli!, ¡No mires! - dijo Lucia exaltada.

Dirigí mi vista hacia la figura que caminaba directo hacia nosotras y el corazón me dio un vuelco.

Era ella... La chica que había besado a Valentina en la discoteca se encontraba dirigiéndose hacia nosotras, ¡Maldita sea!, ¿Qué querría?

- ¡Dios mío!, ¡Si sois vosotras! - chilló la voz de la chica.

El estómago se me revolvió solo de recordar aquella fatídica noche. No quería tener a ésa chica cerca. Había sido novia de Valentina y un recordatorio para mí de que Valentina jamás se habría fijado en mí si pudiera ver.

Ella era hermosa, su cabello era perfecto, castaño oscuro, largo, brillante; su cuerpo era esbelto y alto; yo en cambio no tenía nada espectacular.

Mis ojos eran marrones, mi pelo era una melena indomable, era medio bajita y mi cuerpo nunca sería tan hermoso como el de Esmeralda.

- Soy Esmeralda. No tuvimos oportunidad de charlar la otra noche - dijo amablemente.

Mi estómago volvió a retorcerse del coraje pero forcé una sonrisa.

- Soy Lucia y ella es Juliana - dijo Lu.

Podía notar que no se sentía cómoda con Esmeralda ahí pero Lucia era educada y jamás iba a insultar a nadie si no lo merecía.

- Sí, te recuerdo, eres la novia de Jacobo y tu amiga - dijo Esmeralda con una sonrisa.

- Sí, bueno, mi amiga es novia de Valentina - dijo Lucia con irritación en la voz.

La mirada de Esmeralda se posó en mí y me miró con asombro. Era lógico que no esperaba que alguien como yo fuera novia de Valentina.

- ¡Oh!, ¡Vaya!, Esto es... ¡Genial! - dijo ella.

En ese momento quise que la tierra me tragara. Todo era tan incómodo.

Me molestó el hecho de que Valentina no le dijera que tenía novia. ¿Cómo entonces la había apartado?, ¿Sólo se había separado?, ¿No le había dicho que iba con su novia?...

- Un gusto saludarte, Esmeralda, Lucia y yo tenemos un poco de prisa - comencé dispuesta a alejarme de ella lo antes posible - Nos vemos.

Comencé a caminar mientras jalaba a Lucia del brazo y la voz de Esmeralda gritó detrás de mí: ¡Juliana, espera!

Me detuve en seco y me giré para mirarla - ¿Si? - dije lo más educadamente posible.

- Necesito hablar contigo. Será solo un momento, ¿está bien? - dijo con gesto preocupado.

El corazón se me estrujó en el pecho.

No tenía un buen presentimiento sobre esto, pero miré a Lucia y dije - Espérame aquí. Ya vuelvo.

Caminé directo hacia Esmeralda y me quedé de pie frente a ella.

- ¿Desde hace cuánto eres novia de Valentina? - preguntó sin rodeos.

No iba a decirle que tenía unos escasos tres días siendo novia de Valentina así que mentí.

- Poco tiempo. Una semana.

¡Oh, Dios mío!, ¡Juliana, lo siento tanto!, ¡No lo sabía! - comenzó. Fruncí el ceño confundida, ¿se estaba disculpando por haberla besado?, eso era algo que no esperaba. Después de todo, no había sido tan malo como creí - Ayer me dijo que seguía sola y que me extrañaba; le creí. ¡Dios mío, le creí!

- ¿Q-Qué? - tartamudeé.

¿Ayer?, ¿La había visto ayer?, ¿Le había dicho que la extrañaba?

Escruté su rostro en busca de algún atisbo de inseguridad, de algo que me dijera que estaba mintiendo pero la angustia reflejada en su mirada era tan real.

Ella cerró los ojos con pesar y susurró - Valentina fue a mi casa ayer después del mediodía. Me pidió otra oportunidad y yo estaba dispuesta a dársela. No tenía ni idea de que ella y tú erais novias. Si lo hubiera sabido, jamás habría dejado que me besara como lo hizo.

Mi corazón se hundió dentro de mi pecho. Un nudo se formó en mi garganta y las lágrimas comenzaron a picar dentro de mis ojos.

- Creí que había cambiado después del accidente, pero veo que sigue siendo la misma mujeriega que era antes de que pasara lo que pasó.

Levanté mi mirada hacia Esmeralda  pude ver lágrimas resbalarse de sus ojos.

Yo no quería creerlo. No podía creerlo; Valentina siempre había sido tan linda conmigo. Siempre había sido una chica excepcional. ¿Cómo podía ser ella una mentirosa?

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