Christopher nunca se ha sentido tan bien en su vida, las uñas de la mujer se clavan en su espalda en cuanto mueve por primera vez sus caderas.
La mira a los ojos mientras se mueve lo más tranquilo que su autocontrol le permite.
Se siente en casa.
Hay un cosquilleo en su espalda que le arde, pero es como si a cada segundo la conexión con Perla se hiciera más y más fuerte.
- más. – pide Perla debajo de él y mueve sus caderas ante las arremetidas del hombre, él hace caso.
Se levanta de encima de ella, poniendo sus manos a los costados de su cabeza y se mueve más rápido, entrando y saliendo del hueco de la mujer por completo.
Mete su pene hasta la base y ella se remueve mucho más, parece que la mujer esta poseída, Christopher mira como Perla baja una de sus manos a la unión de sus cuerpos y frota donde él lo ha hecho antes.
Él siente que puede un poco más, que esto solo es el inicio de algo.
Se sigue moviendo.
Siente como ella vuelve a llegar a la cúspide del placer y luego cae rendida en la cama, sigue abrazada a él mientras el joven príncipe se mueve todavía dentro suyo.
Christopher todavía siente como hay escozor en toda su espalda, ella acaricia toda la columna con ambas manos y susurra cosas a su oído, cosas ininteligibles y muy bajas para el oído. Se detiene cuando él llega al clímax y vacía su semilla dentro suyo, pero el placer se alarga en cuanto siente como si su espalda le quema.
Se queda todavía dentro suyo hasta que las olas de placer se apaciguan y luego sale de ella, acostándose a su lado, soltando un chillido de dolor en cuanto su espalda toca la cama.
- perdóname. – le susurra ella al oído.
- ¿Por qué? – pregunta él, levantándose de la cama para ir a ver su espalda al espejo que hay a un costado de la habitación, se queda como piedra al ver el reflejo de su espalda.
Siete círculos están en toda su columna vertebral, los más pequeños están en la parte alta y baja de la espalda, y los más grandes en el centro de la espalda, los siente círculos en una línea bien calculada. Pero no solo eso es lo más impactante. la tinta que está en su piel tiene imágenes o muy tiernas, o muy fieras. Estando en medio de todos tres cabezas de perros unidos por un cuello, los llamados guardianes del diablo. Arriba de este una imagen un poco más bonita, una flor a lo que puede ver, hay rostros y lo demás no lo descifra.
- ¿Qué me has hecho? – pregunta el príncipe con rabia emanando de sus poros.
Lo van a decapitar por esto si lo llegan a ver, su propio padre va a mandar a matarlo, su reino se va a quedar sin heredero y van a elegir a otro sucesor para la corona.
No piensa dejar que eso pase.
Da la vuelta, mirando de nuevo a la mujer en medio de las finas sabanas.
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LA BRUJA
FanfictionChristopher se cansa de las doncellas con complejo de princesas, e invita una copa a la bruja del cuento.