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Dos semanas después.

Por suerte no he tenido que toparme que ese tal Shawn Mendes.

-Me senté en mi escritorio y me puse a leer un libro.

-¡Kylie!-Pronuncio Yris.

-¿Si?

-¡Necesitamos tu ayuda!

-¿Para?

-Entregaremos los nuevos uniformes a los reos

-Muy bien-Pronuncie dejando el libro en el escritorio.

Me baje un poco más el vestido y salí de ahí.

Entramos al comedor, ESTABA REPLETO, LLENO DE PUROS CRIMINALES.

Yris y yo llamamos la atención de todos ellos y comenzaron a chiflar.

Al parecer a Yris no le molestaba mucho ser alabada por estos hombres.

-¡Silencio!-Grito un oficial.

Me daba un poco de miedo ya que eran los hombres más peligrosos, si se les daba la gana ellos podían desatar una guerra.

Nos paramos frente a ellos y tomamos unas cajas donde venían uniformes.

Y así fue pasando uno por uno para recoger su uniforme.

Y como siempre, no faltaban los imbéciles que me decían obscenidades.

-Hola preciosa-Dijo Shawn parandose frente a mi.

Volteé a verlo y le saque el dedo de Enmedio.

-Dame tu talla-Dije sería.

-¿Por qué no me has ido a visitar?-Dijo arqueando una ceja.

-Porque no se me da gana, ahora dame tu talla

El solamente la señaló con su dedo en la hoja.

Busque una y se la di.

-Gracias preciosa-Dijo guiñando el ojo.

-¡El siguiente!-Grite-Sal de aquí

Shawn sonrió y se alejo.

Y así seguimos por un largo rato.

[......]

Shawn

Me encontraba en la celda, seguía sin poder sacar de mi cabeza a Kylie.

Jamás me había pasado esto, pero ella era tan hermosa.

Sonó el timbre para que saliéramos al patio, me topé con Taylor que estaba fumando marihuana.

-¿Todo bien?-Dije poniéndome a su lado.

-Ya casi salgo-Dijo nervioso-De estoy hasta la mierda de este lugar

-Estamos igual hermano-Dije en un suspiró.

-Ve quien está allá-Decie el cubriéndose la boca.

-¿Quién?-Dije siguiendo su mirada.

La sangre me hirvió por completo, sin pensarlo camine hasta el.

-No sabes cuanto me alegra verte aquí-Dije parandome frente a el.

-Mi queridísimo Shawn Mendes, digo lo mismo-Dijo con una sonrisa.

Sin pensarlo le solté dos golpes a la cara, el cayó al suelo.

-Y esto no se queda así-Dije pateando su abdomen-Me debes muchísimo

Ese sujeto era Stephen James, el imbecil que me robó una tonelada de cocaína.

Se los juro, lo voy a matar.

Regrese a mi celda, estaba furioso.

En ese instante entro Kylie y me miró.

-Necesitas terapia urgente-Dijo acercándose a mi-Necesitamos que aprendas a controlar tu irá.

Me levanté de la cama y me puse frente a ella.

-¿Tu me darás la terapia?-Pregunte arqueando una ceja.

-Si.. si... Eso creo-Pronuncio mientras veía mis ojos.

-¿Y si mejor me das un beso?

-Obvio no, jamás...

La tomé del brazo y la pegue a la pared en la cual la cámara no enfocaba y la bese.

Nos besamos como si no hubiera un final...

Y lo único que puedo decir es que por primera vez sentí las tan sonadas mariposas en el estómago...

Don't be a fool  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora