|°12°|

11 0 0
                                    






1 día antes, Enero 30.

El incidente del trabajo había quedado en el olvido.

Sam se limitó a preguntarme y yo me limite a contestarle.

No me sentía bien como para volver a clases, ni mucho menos totalmente preparada para verlo. Mis sentimientos habían estado reptando desde lo más profundo queriendo salir. No los dejaría. No otra vez.

Hoy no trabajaba, por lo que intentar huir no serviría.

Ilustración por computadora lo tenía a primera hora, en el laboratorio del edificio. Procuraba llegar un poco antes para escoger la computadora que tuviera todos los programas y que el mouse le sirviera. Odiaba tomar alguna donde no se podía guardar o se trababa. Aparte, la mejor estaba pegada a la ventana del fondo. Y claramente necesitaba despejar algunas ideas.

.

.

.

La clase había comenzado puntual, Dani era muy estricta y reservada, justo como yo, por alguna razón nos llevábamos, de lejos, pero existía la confianza. El tema de ayer, que era piel y sombras en figurín, se debía de enviar hoy antes de que acabara la clase. Seguramente no habían hecho nada ayer, los conozco. Todos estaban como locos frente a la computadora estresados y gritando que no les salía. Pero es que nunca se esfuerzan, y problema mío no es. Descargo el archivo de mi correo antes de que pierda más tiempo. No es que me cueste usar las aplicaciones, pero suelo ser un poco perfeccionista a la hora de entregar algo.

Me concentro tanto en el figurín que no siento cuando Dani se posa delante mío arrancándome la concentración que tenía.

-eso que estás haciendo.- se voltea detrás de mí.- está quedando muy bien, te felicito. Sigue así y podrás participar en el concurso del próximo año.- palmea mi espalda antes de dirigirse a los demás lugares a revisar el progreso de mis compañeros.

Suelto un jadeo apenas audible.

Me frustra un poco que la convocatoria se me haya pasado, aunque agradezco internamente, este sería mi año. Lo será.

Ingreso sigilosa a mi correo nuevamente para checar el buzón, encontrándome con la carta del campamento. A grandes rasgos mencionaban lo feliz que les hacía que me uniera con ellos, aseguraban que la pasaría increíble, conocería nuevas personas. Nuevas personas. Miro las imágenes que han adjuntado en el correo, los niños se ven profundamente felices y llenos de ilusión. Ojala pudiera verme como ellos. Respondo a su correo, mencionando que la fecha fijada esta perfecta para mí. 21 de mayo. Aún faltaba bastante, pero debía apresurarme a dejar todo en orden antes de largarme de este infierno.

Cuando por fin había terminado el trabajo, guarde los cambios y lo envié a su correo. Frote con parsimonia mis brazos antes de estirarme y levantarme de la silla. El siguiente grupo ya estaba esperando fuera del laboratorio, logré divisar a Sam por el pasillo.

Involuntariamente la carta invade mis pensamientos de nuevo. Ya había empezado esto, odiaba dejar las cosas a medias. Debía terminar lo antes posible.

-hey, hola Sam.- menciono apenas me encuentro cerca de ella. Sus amigas parecen sorprendidas al verme.

-Hola Nicole, ¿Qué tal tu clase?

-bastante bien en realidad.- miro inconscientemente hacia el pasillo por donde pasa sonriente Eric saludando a Alex. Se me forma un nudo en la garganta. –debo ir a la siguiente clase. Te veo en el trabajo.- sonrió hacia ella antes de salir disparada evitando a ese par. No espero a que me conteste. Tampoco espero a cruzar miradas con él. Aunque escucho taladrar mis oídos con su ronca voz llamándome. Lo ignoro.

Perfect Stranger.Where stories live. Discover now