Prólogo. La Petición.

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La princesa ya había experimentado por años el maltrato de los pecadores del infierno, claro a ella  no le parecía de importancia después de todo estaba por encima de todos esos demonios.

Pero por unas pláticas clandestinas que tuvo con Dios en sueños había empezado a dudar de aquellos demonios. Se cuestionó sobre las personas que alguna vez fueron, fueron humanos normales antes ¿que los había hecho cambiar?

Charlie: ¿Porqué son tan especiales para ti?

Preguntó en uno de esos sueños donde hablaba con Dios.

Dios: ¿Porque son tan maravillosas las personas?, a diferencia de otras criaturas los humanos tienen la capacidad de cambiar, ya sea para bien o para mal, pero siempre hay que ver la cara de la otra moneda. Tiene que haber alguien que les dé una oportunidad, por eso mi querida Charlotte estoy aquí.

Charlie: ¿Porqué yo?

Dios: Tienes algo especial, a diferencia de otros nacidos en el infierno no tienes la necesidad de ser cruel con otros, eres amable, lista y por eso te eh elegido a ti.

Charlie: No sé si pueda ayudarte, no de corazón.

Dijo cabizbaja.

Dios: ¿Hay alguna razón en especial?

Charlie: Necesito conocerlos pero ellos son... Reservados con sus emociones, necesito entenderlos pero no sé cómo.

Dios me le dio unas palmadas en la cabeza  para después desaparecer.

Charlie despertó casi de inmediato al terminar aquel sueño, era de madrugada y sólo se escuchaba la ruidosa ciudad.

Camino al balcón de la habitación en el palacio y miró el gran pentagrama en el cielo con pesadez.

Ya se había hartado de este lugar, amaba a sus  padres y a sus amigos pero al mirar a su alrededor toda su energía se iba a bajo.

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Charlie estaba sentada en la gran sala de la mansión, estaba ahí ya que Lilith su madre insistía en que debía convivir más y no pasarla encerrada.

Pero a Charlie le daba igual, solo tenía una cosa en la cabeza, ¿como ayudar a Dios en su teoría sobre los pecadores?.

Tal vez... Una rehabilitación.

La princesa sonrió por un momento pero luego está volvió a poner una mueca triste.

<si tan sólo ellos fueran accesibles... >

Pensó la princesa.

Lucifer: ¿En qué piensas manzanita?

Dijo el rey apareciendo aún lado de Charlie.

Charlie salto un poco por el susto, en realidad la había sorprendido bastante, su padre era la última persona a la que querría contarle sobre las visitas que había recibido de Dios.

Charlie: En nada papá, sólo... Lo de siempre.

Dijo algo decaída.

Lucifer: Animate querida, muy pronto heredaras todo esto y disfrutaras tanto como yo. Solo anima a tus demonios internos.

Dijo sonriendo.

Charlie: Animarlos...

Dijo confundida.

<Animarlos... Con unas vacaciones tal vez>

Pensó como broma para si misma.

Lucifer: Bueno manzanita tengo trabajo que hacer, solo vine de paso.

Sueño Hecho Realidad. (Charlastor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora