Freedom - Hermione Granger.

Chapther Two

Actualidad, tercer año en Hogwarts. 

—Oh no Hermione, no acabas de decir eso.

—No me harás cambiar de opinión, Malfoy.

Estábamos en una muy estúpida discusión sobre cual sabor de helado era el mejor, ella sostenía que el helado de chocolate era definitivamente el mejor sabor inventado, pero yo no iba a ceder. El halado de vainilla siempre superara a cualquier sabor. Pero Hermione no lo entendía.

— ¡Acéptalo! La vainilla siempre sera mejor, diablos Herms, pensé que eras inteligente. — dije fingiendo decepción.

—Cállate, Malfoy. — ríe un par de veces hasta que escuchamos el grito de nuestro amigo Ron, o mas bien su amigo.

Okey, creo que merecen una explicación. Empecemos unos años en el pasado.

Flashback

Estaba caminando hacia el Gran salón junto con mi hermano, y Edmund, quien con el tiempo se volvió alguien muy cercano a mi. No había ni un indicio de nerviosismo en mi, yo y mi hermano confiábamos en que quedaríamos en Slytherin.

En mi trascurso a Hogwarts discutí con los gemelos y Edmund en que casa quedaríamos, yo dije claramente que quedaría en Slytherin y en ninguna casa mas, descarte Hufflepuff al instante, definitivamente no era amable, recuerdo claramente que dije "a Hufflepuff van los inútiles, y yo no soy inútil" en mi defensa era una niña de once años, digo, sigo siendo una niña pero una niña con amigos pelirrojos y eso ya es mucho avance.

Podría ir a Ravenclaw, era inteligente o mas bien, soy inteligente. Pero en mi pequeña mente pensaba que eran unos come libros (que si lo son, sin ofender) y que seria muy ridículo estar en esa casa. ¿Gryffindor cuenta? Digo, para una Malfoy-Black dos de las familias mas conservadoras en cuanto a la sangre se refiere digo ¡mis abuelos eran primos! Si creo que es un no directo.

—¡Malfoy, Hydra!

Camine con elegancia hacia el sombrero, convencida de que quedaría en Slytherin, tal y como fue seleccionado mi hermano, esperaba que el sombrero ni siquiera alcanzara a tocar mi cabello. Pero no fue así.

—¿Malfoy Black, eh? Tienes mas Black que Malfoy, es algo bueno, Lucius Malfoy no es el mejor hombre. —fruncí en ceño, sombrero insolente.— Si, definitivamente no vas a Hufflepuff. No tienes madera para Ravenclaw.— ¿me acababa de decir tonta?.— Te enviaría a Gryffindor pero la única razón que encuentro es tu tío, y no es el mejor ejemplo. Si, ya lo tengo, esa ambición, harías todo por tus seres queridos, en Gryffindor harías amigos pero en Slytherin harás hermanos. Lo tengo ¡Slytherin!

Si, se duro mas de lo que me gustaría admitir.

Me hice muy unida con Edmund y los gemelos Weasley, las mejores bromas siempre vienen de nosotros cuatro y eso todo Hogwarts lo sabe. "Los Mereoradores" desde que encontramos ese extraño mapa, nos hacíamos llamar así, tal vez fue plagio pero bueno, suponíamos que los portadores de aquel nombre ya están muertos.

—¡Canuto, yo soy Canuto! Lo pedí primero, no pueden objetarse. — apunto a todos con mi dedo amenazadoramente.

—¡Cornamenta!.— Edmund se apresura a decir y suelta una carcajada burlona a los gemelos quienes nos miran frustrados.

—¡No es justo...—comienza Fred.

—...Se llevaron los mejores!.— termina por el George.

—Muy lentos.-—hablo esta vez yo chocando los cinco con Edmund mientras ambos mirábamos a los gemelos burlones.

—¡Lunatico!.—grita Fred apresurándose.

—¡Oh, vamos hermano!

Si, el se quedo con Colagusano.

Edmund fue seleccionado a mi misma casa, eso solo hizo que nos uniéramos mas. Si bien, si paso tiempo con el y los gemelos, solía pasar mas tiempo con Draco, desde primer año tiene un escuadrón medio raro. Pansy Parkinson, no puedo decir que me cae mal ya que fue posiblemente la primera amiga mujer que tuve, pero tampoco puedo decir que me cae bien.

Blaise Zabini, nunca hable mucho con el fuera de Hogwarts pero es divertido burlarse de los demás alumnos con el. ¡Theodore Nott! No forma parte de su "sequito" pero si es nuestro amigo, es mas bien un lobo solitario pero con nosotros suele hablar mas. Odio a Crabbe y Goyle, no merecen que y piense en ellos.

—¿Nicholas Flamel, porque quieren saber sobre el? — confundida mire a Weasley, Potter y Granger.— o mas bien ¿Por qué me preguntan a mi?— fingí entender exageradamente.—¡Oh, ya entiendo! Aceptaron que soy mejor que ustedes y vienen por ayuda, solo tenían que decir eso chicos, no se avergüencen.

—Te dije que se burlaría de nosotros Hermione, vámonos. —hablo el pelirrojo tomando el brazo de la morena pero no pudo moverla de ahí.

Solo se quedo mirándome a los ojos, esperando a que acepte. Intentando molestarla, mire hacia atrás fingiendo que buscaba a alguien para luego volver a mirarla y apuntarme a mi fingiendo estar sorprendida. Pero parecio no hacer efecto, seguía mirándome, sin decir ni una palabra. Estábamos en el desayuno per habían muy pocos niños a esa hora ya que era algo temprano. Y ahí empezó una enemistad con el trio de oro.

—...Bien pero deja de mirarme así Granger, una foto te duraría mas.

Si, soy amiga de Hermione Grange, hija de muggles. Empezó en segundo año, tras un año entero de insultos y odio por mi parte, intentando imitar a mi hermano y padre, pare. Porque era inútil, siempre que le insultaba me sonreía y saludaba cordialmente. Pero si la insultaba mi hermano, le caían un y mil insultos de contra parte.

Yo simplemente no lo entendía, hice de todo para ganarme su odio pero solo conseguía una dulce sonrisa. Fue cuando a Hermione la ataco un basilisco que me di cuenta, no tenia porque insultarla, nunca me hizo nada y siempre intentaba hablar conmigo por mas que yo la insultara. Solo me separaba de ella para ir a clases, cuando volvía madame Pomfrey me recibía con los brazos abiertos, si bien era estricta mas de una vez me dejo quedarme con Hermione hasta tarde.

Desde ese momento una relación algo rara se formo, somos amigas que pelean lo suficiente como para odiarse por una semana y volver a ser amigas. Las cosas cambiaron un poco, conqueteo falso por mi parte total rechazo por el suyo. Tenemos una frase.

—Algún día careas, Granger.

—Ya quisieras, Malfoy.

¿Les dije que me gustan las chicas, no? Bueno lo hago. Lo descubrí en primer año cuando le robe un beso a una niña de Ravenclaw. Era linda, sangre pura y educada, todo lo que pensé que mi padre quería solo había un pequeño detalle, era mujer. En mi cabeza eso no estaba mal, era todo lo que mi familia quería y mas asique no encontraba inconveniente en haberla besado. Pero cuando le conté a mi madre me hizo jurar que nunca le contaría a mi padre.

El juramento no duro mucho. Entendí que no había nada malo en ella, solo era mi padre y su apretados pensamientos. Tome el valor de contarle a mi hermano primero, de hecho se lo tomo bastante bien, se alegro se tener a alguien con quien hablar de chicas que no sea Zabini. Mi madre ya lo sabia, asique no tuve que contarle nada nuevo. El verdadero problema era mi padre. Te mentiría si te digiera que salió bien, pero como no quiero recordarlo solo diré que soy felizmente gay y no tengo miedo a decirlo. Bien, volvamos al presente.