Freedom - Hermione Granger.

Chapther Four

Al día siguiente a primera hora volví a mi casa por medio de los polvos flu, no sin antes de despedirme de los gemelos, Hermione y por ultimo el señor y la señora Weasley, los demás en realidad no me importaban. Dudo que Ron quiera despedirse de mi, siendo que lo voy a molestar a penas lo vea en el Gran Comedor y Harry, bueno es Harry, no somos amigos asique seria incómodo. Percy nunca me agrado y Ginny tiene un increíble odio camuflado de tolerancia hacia mi.

-¡Llegue, se que me extrañaron! Espero…

En cuanto deje mis maletas en el suelo y salí de a chimenea sacudiendo mi ropa, sentí un peso sobre mi cuerpo que me hizo tambalear un poco.

-No te soltare en todo el día.
Me reí por su comentario.

-Hablo enserio.

Fruncí el ceño tratando de que mi hermano me soltara, pero parecía imposible. Después de un par de empujones juguetones una voz nos obligo a separarnos.

-Suelta a tu hermana, Draco.

Esa voz siempre lograba asustarme, no era un secreto que Lucius Malfoy no era un padre modelo como demostraba ser. Aunque tampoco era del todo frio, una pequeña sonrisa si bien era un gesto pequeño y se supone, normal entre los padres. Era el mejor regalo que podrían recibir los hermanos Malfoy. Con el tiempo me convencí de que no hacía por nuestro bien, para que no fuéramos débiles. El amor a veces te puede debilitar y era algo que tenía muy claro.

-Como si no me hubieras extrañado, Lucius.

Sabia que le molestaba que le hablara por su nombre.

-¡Hydra! Hija…

Mi madre me abrazo fuertemente después de darme un cariñoso beso en la frente, el afecto era algo digno de apreciar en mi familia. Una sonrisa se asomo en los labios de Lucius, vaya vaya, malévolo cucarachón se nos puso sentimental. Al darse cuenta de que lo estaba mirando borro su sonrisa.

-Bien, bien, Hydra. Ve a tu habitación, ve si necesitas algo y baja, no tenemos tanto tiempo.

Lucius arruina momentos Malfoy.

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-¡Mierda! ¿enserio, un gato?- Blaise Zabini y su hermoso vocabulario.

-Odio a ese gato con toda mi alma.

-Yo odio a la dueña. – Respondió mi hermano.

-Tan cariñoso como siempre, Draco. – Theo era quizá, el único razonable de los cinco.

-No es como si fuera mentira.- razono mi amiga de pelo corto, Pansy.

-Ella no es taaan mala. – Edmund trato de defender a Hermione.

Les presento al Squad Slytherin, ¿los mas geniales? No tenemos nombre, pero somos lo que se cataloga como “malos” yo prefiero astutos, pero también sirve. Les juro que si les dieran una oportunidad a estos chicos los amarían tanto como yo, si eran una mierda por fuera, pero eran tan leales como yo a la comida. Tanto así, que ellos fueron unos de los primeros en apoyarme cuando decidí salir del closet.

-Solo es algo mandona. – hable esta vez yo.

-¿Algo? – dijo Draco.

-Vale, muy mandona.

-No lo niego. – Edmund se encogió de hombros mientras comía un par de dulces.

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Después de haber bajado del tren y haber pasado por aquel corte extraño de luz, subimos a los carruajes que nos llevarían a casa. Nuestra verdadera casa. El viaje lo pase entre bromas con mis amigos de mi casa, era agradable volver a conversar con ellos, de vez en cuando nos enviábamos lechuzas cuando nuestros padres nos lo permitían. Draco se adelanto a ver a Potter bajar de su carruaje.

-¿Te has desmayado, Potter? ¿es verdad lo que dice Longbotton? ¿realmente te desmayaste?

El rumor de que Harry Potter se había desmayado había llegado rápido a nuestros oídos gracias a Daphane Greengass. Seguía a mi hermano a su mismo paso, pero en cuanto paso al lado de Hermione empujándola le di una mala mirada.

Subíamos la colina en dirección a el castillo, me giro sobre mis talones mientras caminaba hacia atrás, asentí con la cabeza en dirección de Hermione, saludándola.

-¡Lárguense, Malfoys!

-¿Tu también te desmayaste, Weasley? – vuelvo a mirar al frente, en dirección del castillo y alzando la voz le digo- ¿Qué tan patético es eso, Weasley?

-¿Hay algún problema?- Una voz interrumpio nuestra burla, se escuchaba amable. Me volvi a girar, lista para soltar un par de insultos.

Hasta que veo a lo que parecía ser un profesor, parecía exhausto pero joven a la vez. Tenia el cabello castaño, algunas cicatrices de podían visualizar en su cuerpo. En su maleta decía, R.J Lupin. Miraba con curiosidad a Draco, aunque seguía amable, algo que no podemos decir por parte de mi hermano. Luego de que Draco le respondiera me miro a mi, sonrió y me saludo, lo mire confundida y me fui con mi grupo de amigos.

-¿Cuándo dejaran de molestarse? – Me pregunto Pansy.

-¿Cuándo dejaras de molestar a Hermione?- contraataque.

-Buen punto.

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Ya estábamos en el castillo, mas en especifico el Gran Comedor. Mientras comíamos y hababamos de nuestra vacaciones, el tema de Sirius Black salió a flote y preste mas atención.

-¿Es su tio, cierto? Algo deben saber de el. – Pregunto Astoria Greengass, otra chica de Slytherin.

-¿A parte de que fue una deshonra para los sangre pura? Nada. – contesto Draco.

Eso no es del todo cierto, al menos no para mi. Mi madre me contaba pequeñas historias de el, ella y el si bien no tenían la mejor relación de primos, no se odiaban. Mi madre era posiblemente, la única conexión que tenía con su familia.

-Además entiendo lo de la seguridad y todo, pero ¿dementores? No pueden decirme que no da miedo.

-Al menos no nos desmayamos como Potter. – Escuche decir a Draco, alzando la voz.

Provoco carcajadas en mi casa, incluyendo las mías, que al sentir la dura mirada de Hermione intente reprimir.

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Notas de capítulo:

Se me olvido que tenía Wattpad y deje la historia, no me maten, los quiero. 💞