XXII

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—¿Crees que fue buena elección dejarla ir?¿Te parece una broma?

—A ver, para empezar es mi hermana, no la tuya—Seokjin paró las palabras de su acompañante con la palma de su mano—Si no le daba permiso te aseguro que esa niñata hubiera escapado, es que no la conoces joder

—Lo hago

—¿Qué?—profundizó la mirada—Únicamente eres su psicólogo, nada más

—Conozco mi lugar, sin embargo, ahora ella confía en mi, por lo tanto, te digo aquí y ahora que hagas algo para detener esa relación con el hijo de los Jeon

Extrañamente se dirigió a mi tratando de ver a través de mis pensamientos, siempre adivinando y acertando. Por esa razón, Kim Seokjin es uno de los fiscales más efectivos en la corte y es de temer, no por el simple hecho de ser el hijo de la fiscal general, él realmente es formidable—Qué tanto sabes

—Lo suficiente

—Yo no ataco sin motivos infundados, admito que es un tipo—se acomoda la corbata—Digamos que es el tipo de sujeto nocivo para una mujer y a pesar de haberlo visto un par de veces puedo deducirlo

—Entonces que esperas

—Sólo has tu trabajo y encárgate de sus problemas—Seokjin se hundió en el asiento sumergido en un gran debate.
La tensión podía palparse por toda su oficina—Dime...—titubeante acabó con el silencio incómodo—Qué opinas del joven Park

—Cómo sabes de él

—Sé todo de mi hermana, incluso las veces que va al baño

Haejin nunca me ha contado la clase de relación que tiene con su hermano, sin embargo, este hombre caradura acaba de exponer un lado que jamás he conocido de él—Eso es acoso

—No. A eso le llamo preocupación

—Lo creo de tu madre, pero eres su hermano

—Sabes perfectamente que nos quedamos sin padre muy jóvenes, ¿entonces quién crees que puede cuidar de ella?—alzó la mano al aire moviéndola en circulos—Ningún hombre, sólo yo porque el resto es inservible y nadie es digno de Hae

—Son dos cosas distintas Seokjin

—No lo es. Hae no sólo es mi hermana pequeña, ella me ha enseñado que también existe un lado paternal en mi

[••••]

La embarcación descendió a un puerto poco habitual y aprecié una pequeña isla afrodisíaca.
De pronto, Jungkook apareció detrás colocando su barbilla en mi hombro.

—Esto es de mi familia—apuntó el lugar un poco indeciso, pero después se retractó—Es mío, y será tuyo

Las risitas de Jimin hicieron que lo buscara con la mirada y él estaba con Youngmi observando.

—No me gusta hablar a largo plazo—sin alejar la vista de enfrente seguí respondiendo

—Tú. Haejin...—suspiró ahogado—Dime qué es lo quieres y yo te lo daré, si es necesario pondré el mundo a tus pies, solamente tienes que pedirlo

Indirectamente dijo lo mismo que hace mi hermano.
Puedo colocar cada una de las piezas y darme cuenta que nadie ha logrado entender mis verdaderos deseos y sólo una persona en este mundo lo consiguió; el Dr.Kim.
Si Jungkook o Seokjin pensaran de la misma forma que Kim Taehyung las cosas serían más fáciles.

Me recargué de brazos sobre los barandales del crucero y después le sostuve la mirada a Jungkook.

—Te quedarás callada—su tono fue autoritario

—Hasta el hombre más imbécil se daría cuenta—Aquella voz adictiva se mezcló entre mis oídos, y de pronto sentí como SangAh enrolló sus brazos sobre mis hombros

—Comenzaré a creer que eres un grano en el trasero—dijo Jungkook un tanto estresado

—Los deseos de Hae son tan simples, el único problema eres tú; un cobarde obseso por ti mismo

Jungkook resopló y me apartó de SangAh, no sin antes advertirle con la mirada, mientras tanto, ella alzó las manos en sinónimo de derrota.

Los ojos de SangAh están llenos de misterio, desesperación y soledad que tan solo mirar un par de segundos mi corazón duele.
Mientras estoy siendo arrastrada por Jungkook su prima no aparta la vista de mi, clavándose entre mi espalda e indesnudable alma como una profanadora.

[••••]

Youngmi entró vivaz sosteniendo una botella de vino y dos copas.
Yo en medio de la cama esperando cualquier movimiento que fuera detonante para una larga noche.

—Quita esas caras—desabrochó el lazo de sus sandalias adentrándose a la cama conmigo. Se colocó en horcajadas y comenzó a servir ambas copas

Youngmi no paraba de decir chorradas y medias sobre su vida privada, toda nuestra conversación terminó tornándose miserable donde mi novia le es más interesante decidir que esmalte le toca aplicarse mañana a lo que un simple peón de su juego como yo pueda decir.

—¿Alguna vez te has enamorado?—fue lo primero que salió de mis labios y ella no dio crédito a lo que mencioné

—¿Qué?

—Alguna vez te has enamorado realmente

Youngmi se paró de golpe dejando su copa sobre la mesita de noche.
Sus pies descalzos vagaron en círculos sobre la alfombra lujosa, todo esto sin darme la cara—Cierra la boca

—Siempre lo hago Young

—Estás sobrepasando la línea—amenazó

—Cuál línea

—Eres solamente un lindo trofeo que cada día se vuelve jodidamente necesario—Youngmi se tiró sobre mi buscando deshacerse de sus prendas y tener muchas cosas de Park Jimin esta noche

La madrugada fue larga, Jeon Youngmi jadeante iba y venia en aquel vaivén disfrutando de pequeños climaxs que llegaba uno tras otro.

Sin embargo, yo no sentí la misma sensación intensa que meses atrás lograba despertar en mi.
Ahora era el cuerpo de un joven dejándose consumir por las vacías sensaciones albergantes en Jeon Youngmi.

Ella estaba vacía y estaba arrastrándome a su maldito Hades.

[Dejé de disfrutar el sexo con Youngmi]

Cayó dormida, entonces tomé un chándal y salí de la habitación caminando sobre oscuros pasillos hasta que el brillo de unos ojos ardientes se acercaban peligrosamente.
Por tales circunstancias me es imposible deducir de quien se trata.
Hasta que su poderosa faceta se agudizó.

—SangAh, ¿qué haces despierta a esta hora?

EXULANSISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora