treacherous [2jae] × libro #3

Capitulo 11.

Jaebeom.

-¿Estás bien? -le pregunté a mi esposo, mientras dejaba una mochila en el asiento de atrás del auto y veía como observaba por la ventana.

-Si...

-¿Pero...?

-Pero voy a visitar a mis suegros, aunque ya los conozca...

-Va a estar todo bien -susurré mientras le daba un beso en el cuello y el ladeo la cabeza dejándome más libertad para seguir besándolo.

-Lo sé, sé que si te tengo conmigo no va a pasar nada -sus dedos se entrelazaron con los míos y sonreí contra su cuello.

Adoraba cuando me decía esas cosas, cuando se ponía tierno, cuando no le importaba cuanta gente podría señalarnos con el dedo y criticarnos. Simplemente él y yo.

Era un viaje corto en auto, así que no tardamos mucho en llegar.

-Jaebeom, Youngjae, por fin llegan -escuché a mi madre recibirnos, unos minutos después, en su casa. Me sonrió.

-Hola, mamá -la abracé mientras ella me daba un beso en la mejilla.

Youngjae solo sonreía mientras saludaba a mi hermana Yeji, que lo abrazó como si fuera su propio hermano.

-Por fin tengo la suerte de conocerte en persona, Youngjae. Jaebeom no ha dejado de hablar de ti en años -le comentó Yeji-, luego cuando se fue nunca se digno a traerte... hasta ahora.

Sonreí nervioso y fui a saludarla yo.

-¿Y papá? -pregunte.

-Trabajando, cariño -contesto mi mamá-. Youngjae, no te molesta dormir en el cuarto de Jaebeom, ¿verdad? Es que en el de invitados va a estar Yeji.

-Para nada -vi como Youngjae negaba con energía la cabeza y quise reír.

-Ven, vamos, Youngjae -le dije mientras subía las escaleras hacía un pasillo y entre a mi cuarto de adolescente. Deje mi mochila en la cama y me senté, observando a mi esposo mientras veía mi habitación con determinación.

-¿Has traído a alguna chica aquí? -me sorprendió su pregunta pero negué con la cabeza.

-No -me sincere-. Ni a ninguna otra pareja que haya tenido...

-O sea... -Youngjae se acerco lentamente a mi mientras se sacaba su sweater y lo dejaba en la cama, me miraba como si quisiera comerme ahí mismo y yo no me iba a negar para nada-, ¿qué soy la primera persona, la primera... pareja, que pisa tu cuarto durante tu tiempo de adolescente?

-Así es -comenté mientras estiraba mis manos y agarraba sus caderas, para que sentara en mis piernas, de vista a mí.

-Me siento halagado y afortunado -dijo mientras pasaba una mano por mi cabello y la otra la dejaba en el hombro.

-El afortunado soy yo por tenerte en mi vida -dije mientras capturaba sus labios con los míos y él me empujo hacia atrás, haciendo que mi espalda tocara el colchón y él se pusiera sobre mí.

-Entonces, tendremos que estrenar esta habitación también -murmuró sobre mi oído antes de bajar sus besos por mi cuello.

Y yo sonreí encantado mientras lo agarraba fuertemente por las caderas.

Él me tenía encantado.