Capitulo 2.

78 15 3
                                    

Youngjae.

-Youngjae, Jaebeom -dijo mi padre cuando se nos acercó. Veía a Jaebeom tensó a mi lado, mientas fingía una sonrisa; sabía que estaba incomodo. Lo conocía bien para saberlo.

-¿Cómo estás, Sungjin? -le preguntó Jaebeom.

-Muy bien -contesto mi padre mientras le regalaba una sonrisa a mi esposo-. ¿Cómo están ustedes, chicos? Jaebeom, me enteré que te habías peleado con este idiota, espero que no te haya hecho cabrear mucho -dijo mientras reía.

Jaebeom abrió la boca para hablar pero antes de soltar algo se mordió el labio.

-Estamos bien -contesté por él.

Bien casados, por si te interesa.

-Sí, hemos hecho las paces -dijo Jaebeom mientras sonreía de costado y me daba una mirada que decía: "y hemos hecho otras cosas más".

Esperaba que mis mejillas no se hubieran puesto rojas.

-Me alegro -dijo mi papá-. Sé que a veces Youngjae puede ser un cabrón, pero te quiere mucho. Eres su mejor amigo. Me acuerdo cuando se conocieron por primera vez, él no paraba de hablar de ti -negó con la cabeza mientras reía, vi que Jaebeom sonreía-. Es increíble que ahora tenga 24 y siguen siendo amigos. La verdad que pensaba que lo ibas a mandar de vuelta a Mokpo cuando vivieran juntos. No es fácil vivir con Youngjae.

Mire irritado a mi papá, odiaba que hablara de mi como si yo no estuviera ahí. Giré los ojos.

-Para nada -dijo Jaebeom -, suele ser divertido vivir con él. Siempre inventa cosas nuevas para hacer.

-Bueno, sí -dije mientras miraba a mi esposo irritado y él solo me regalo una de sus hermosas sonrisas-. ¿Nos podemos ir ya a casa? No quiero que Jaebeom piense que lo bonito de Mokpo es el aeropuerto.

Mi papá rió y asintió con la cabeza, antes de girar y empezar a caminar. Agarré mi maleta mientras Jaebeom la suya y dijo, susurrando:

-Lo único bonito que veo de Mokpo, eres tú.

Me guiño un ojo antes de seguir a mi papá hacia el coche mientras yo no paraba de sonreír como un estúpido chico enamorado.

Cuando llegamos a mi casa de Mokpo, salió mi madre a recibirnos con una encantadora sonrisa. Joder, amaba a esa mujer.

-Te extrañé tanto, tesoro -dijo mientras me abrazaba y me daba besos en la mejilla.

-Mamá, me estás avergonzando frente a mi amigo -bromee mientras le daba un beso en la frente-. Yo también te extrañé, mamá.

-Tonterías -dijo mi mamá mientras se alejaba de mí e iba a saludar a Jaebeom, mientras le daba besos en la mejilla también mientras Jaebeom sonreía-. ¿Te avergüenzo, Jaebeom?

-Para nada -dijo Jaebeom mientras reía. Sonreí, dios, lo amo tanto.

Simplemente amaba todo de él, la manera que era con mis padres, conmigo, con todas las personas. Era tan bueno cuando no tendría porque serlo, recibió tantas críticas a lo largo de su vida y sin embargo seguía siendo él mismo.

-¿Dónde está Sunhee? -pregunté, quería ver a mi hermana.

-Se fue a pescar con Woojung -dijo mientras miraba la hora-. Deberían volver en una hora o dos, para el almuerzo.

Asentí mientras le hacía un gesto con la cabeza a Jaebeom para que entre a la casa.

-Le preparé el cuarto de huéspedes a Jaebeom, Youngjae -murmuro mi mamá.

Asentí lentamente mientras suspiraba. Joder, no podía permitirme dormir sin mi esposo. Quería decirlo, quería decirle "Hey, mamá, me casé en Las Vegas con Jaebeom, él es mi esposo, lo amo, por favor no dejes de quererme.", pero sin embargo agache la cabeza y empecé a subir las escaleras, mientras sentía las pisadas de Jaebeom en mi espalda.

-Lo siento -le dije a Jaebeom cuando entré en la habitación de huéspedes y cerré la puerta.

-¿Por qué, cariño? -dijo mientras ladeaba la cabeza. Joder, me lastimaba tener que ocultarme. Por fin habría dejado de ocultarme con mis amigos y con la gente, pero ahora tendría que ocultar mi relación con Jaebeom por mis padres. Era avanzar un paso y retroceder tres.

-Por... por no decir nada.

-Youngjae, vamos... -Jaebeom se me acercó y me paso los brazos por mi cintura, apretándome contra él-. Aún es pronto. No puedes presentarte aquí y decir, "Hola, familia, soy gay, me casé y me encanta que me la ponga."

Le di un empujón en el hombro pero igualmente me reí, él siempre me hacía reír.

-Sabes que te amo, ¿no, Jaebeom?

-Lo sé -dijo mientras me regalaba su sonrisa más encantadora que hacía que mi corazón se acelerara cada vez más-. Yo también te amo, Youngjae. Vamos a salir juntos de esto.

Asentí mientras inclinaba mi cabeza para besar sus labios. Joder, había extrañado tanto su toque o una muestra de cariño y eso que no habían sido un par de horas nada más.

-¡Youngjae! -escuché a mi mamá que me llamaba de abajo y suspire irritado cuando tuve que separar mis labios de Jaebeom. Él solo sonreía, como si verme de mal humor le divirtiera. Maldito cabrón-. ¡Necesito que me hagas el favor de ir a comprar al supermercado!

-¿Quieres venir? -le dije a Jaebeom mientras giraba para abrir la puerta-. No es una gran aventura ir al supermercado, pero...

-Contigo todo es una aventura -dijo mientras me daba un beso en el cuello antes de darme un guiño y salir primero por la puerta, no pude evitar mirar su parte trasera. Me mordí el labio.

Joder, iba a ser una semana muy, muy larga.

Estábamos caminando hacía el supermercado, cuando dos chicas pasaron por al lado nuestro y dijeron algo en otro idioma que entendí jodidamente bien.

Dijeron que Jaebeom era el chico más lindo que habían visto.

Joder.

Perras.

Me hubiera gustado agarrar a Jaebeom y darle un beso frente a esas jodidas chicas para demostrar que era mío, pero no podía porque todos en el pueblo me conocían y podrían decirle a mis padres, y si yo quería que se enteraran, pero no por boca de otros.

-¿Estas bien? -me preguntó Jaebeom.

-Sí -pero mi todo decía completamente lo opuesto.

-¿Qué pasa, Youngjae?

Me cruce de brazos y señale con la cabeza a las dos chicas que habían pasado, que aún se encontraban mirando a Jaebeom. Joder, les sacaría los pelos si seguían mirando así a mi esposo.

-¿Dijeron algo? -la inocencia de Jaebeom me hizo sonreír.

-Sólo que eras lindo.

-¿En serio? -dijo mientras ladeaba la cabeza para ver a las chicas y les sonrío.

-Hey, ¿qué coño haces? -dije mientras le daba un golpe en el hombro y él rió.

-Tranquilo, celoso. Soy solo tuyo.

-A veces te odio -dije mientras entraba al supermercado mientras la risa de Josh a mi espalda me hacía sonreír también pero tenía que ocultarlo.

Empezamos a buscar las cosas que nos había dicho mi madre, cuando Jaebeom se detuvo en una estantería.

-¿Qué es esto? -dijo señalando una caja de cartón.

-Jugo de naranja -dije mientras agarraba uno y lo ponía en el carrito.

-Joder con las letras estas, jamás voy a aprender algo así.

-Mejor, así no nos entienden -dije mientras le daba una mirada y veía como las comisuras de sus labios se alzaban para formar una sonrisa.

-Entonces, ¿puedo decir que te quiero chupar el pene y no nos van a entender?

-Joder, Jaebeom -dije mientras intentaba no reír pero no podía evitarlo-. No trates de provocarme.

-No es provocación, mi niño, es decir lo que uno siente -dijo mientras me daba un guiño y acercaba sus labios lentamente a los míos, dándome un beso suave pero rápido.

Definitivamente, necesitaba llegar de inmediato a Seúl. Necesitaba estar a solas con mi esposo.

treacherous [2jae] × libro #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora