08.

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-— ¿Qué querés decir?

La mujer no comprendía lo que quiso decirle su esposo. Estaba atontada por las lágrimas en su rostro al haber sido echada a patadas de la casa de su amiga y ser obligada a volver a "su casa".

De todas las cosas que pudo imaginarse, jamás pensó que al llegar vería a su ex amante junto a su esposo a punto de besarse contra la mesada. Por lo que se sintió a gusto cuando logró interrumpir el momento enviándose un horrible sabor de boca ante la posibilidad de que algo más pasará entre ellos.

-— ¿Qué hace él aquí?.—- Pregunto ella viendo al peliazul.

-— ¿Vine a cenar?-— Sonrió mientras inclinaba su cuerpo hacia adelante y hacia atrás, con una preciosa sonrisa perlada en el rostro, miraba fijamente a la mujer.

-— ¿Porqué?¿Porqué estás en mi casa?.-— Siguió con sus preguntas de mala manera la mujer, caminando paso a paso hasta acercarse más al menor.

-— Es mi casa.—- El cuerpo de Jeongguk se puso en el medio del camino de ella, obligándole a subir la mirada debido a la altura del hombre.—- Pensé que te dije que te fueras, que no quiero verte para nada.

-— Tengo derecho a volver.—- Gruñó ella.

-—Pensé que te estabas quedando con Seulgi en lo de mi hermana.-— Los brazos de Jeon se cruzaron sobre su pecho, ajustando su camisa negra, obligando a ambos presentes a mirar de más con sus ojos.

Jimin al estar detrás suyo, podía ver su ancha espalda apretarse, mordiendo sus labios ligeramente se acercó despacio hasta atrás del mayor. Aún con sus manos detrás de su espalda, Miro a la mujer por encima del hombro de Jeon, asomándose apenas su nariz y ojos.
Joohyun lo miró con odio al verlo asomarse detrás de su esposo.

—- Si..-— Volvió a hablar ignorando al menor.-— Pero tu hermana me echó, sabes como es, me odia. No quiere ni verme, y yo ni siquiera le hice algo.

-—Si te echo de su casa seguro tuvo razones.-— Siguió con sus tono severo el hombre.-— Pero hay algo que creo..-—Dijo suave Jeon.

-—¿Qué cosa, amorcito?.—- Habló susurrante, en busca de piedad con un tono sumiso.

-— Dudo que ella te odie más que yo.-— Casi escupió sobre su rostro tras decir aquello.

La mujer bajo la mirada de inmediato, su rostro se contrajo en dolor mientras intentaba evitar dejar salir un llanto inminente. No podía, no quería verse así frente a él, sabía que sólo funcionaría como objeto de burla para ese par de hombres enfrente suyo, y no podía soportar tal humillación.

-— Yo..-—La voz de Jimin se escuchó a sus espaldas.—- Creo que debo irme..

Incómodo por la pelea de pareja que se podía oler en el aire, Jimin decidió que era su hora de retirarse de la casa.
Si bien era un desgraciado metiche y chismoso, cuando esos conflictos lo involucraban lo preferible era desaparecer hasta que se solucione, aparte esos dos estaban con los patitos cruzados y no quería salir lastimado.

-— No.

Una dura mano jalo del brazo de Jimin para luego chocar contra su cuerpo. El peliazul pegó un pequeño gritó ante la sorpresa, pero cuando logró ver bien, noto que Jeongguk lo tenía agarrado sin la posibilidad de dejarlo ir, pero sus grandes ojos negros, miraban con profundidad a Joohyun, quien lo miraba igual, ambos con la mirada furiosa y retadora.

-— Ya que estamos los tres acá, ¿Porqué no arreglamos el tema de nuestro divorcio, licenciado Jimin?.-— Jeon frío, giró a verlo con una pequeña y sónica sonrisa.

-— P-pero..-— Habló ligeramente intimidado.-— Son casi las tres de la mañana, señor. Si quiere vuelvo mañana.

La risilla de Jimin no calmo el ambiente, ya que los dos seguían con sus caras de perros a punto de pelear por un hueso nuevo. Sin duda preferiría estar con los niños arriba viendo una peli de Disney a aguantar a esos rabiosos.

El amante de mi esposa ® KOOKMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora