10.

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Jimin se encontraba sentado en la punta de la cama mientras colocaba los aretes en sus orejas. Encontrándose con la camisa estaba abierta, enseñando su plano abdomen pálido, sus piernas estaban al aire, por lo que al finalizar de decorar sus orejas, tomo sus pantalones negros engañados para ponérselos.

— ¿Cuándo nos vemos de nuevo?

La voz de la mujer hizo que Jimin girará su rostro a verla, la miro incrédula. Rodando sus ojos evitando hacer contacto visual.
Sin responder, termino de abrochar su pantalón y fue directo hasta el espejo de la habitación oscura. Prendió la lámpara en la mesita de luz, mientras veía como en su cuello había dejado una rojiza marca, gruñiendo por ello.

— ¿Jimin?

— Nunca más.

La chica jadeo sorprendida ante su respuesta, no esperaba que le dijera ello, ya que con normalidad solían planear otra fecha para retomar sus encuentros lujuriosos. 
Pero, Park ya no deseaba verla, su deseo por intimar por ella ya hace un mes atrás se había ido, desde que la vio con aquel hermoso hombre en la parada de colectivo.

Algo en Park se revolvió desde entonces, si bien ella no era la única con la que se había acostado, si era alguien de encuentros seguidos. Además, se sentía culpable, aquel chico de ojos de cachorro y lentes grandes no merecía estar con alguien como ella. Mucho menos ser parte de una infidelidad como esa.

— ¿Qué quieres decir?¿Porqué?— La mujer saltó de la cama mientras se ponía el vestido.

— Tenes pareja, Joohyun.— Se giró a verla.— ¿Cómo "¿porqué?"?.

— Pero, no es lo mismo.— Rodo los ojos.— Sólo es un chico con el que salgo a veces, igual que vos con otros cuando no estás conmigo.

Mintió.

Pero Jimin no lo sabía.

Park no sabía que hace como cuatro meses atrás la pareja había contraído matrimonio en una pequeña capilla del barrio. Una reunión donde sólo ambas familias habían asistido.

Los detalles acerca de ese compromiso eran inciertos. Si bien, había una leve sospecha de que ellos dos eran pareja, nadie lo afirmaba con certeza, ya que ambos eran demasiado precavidos y disimulados. Casi sin darse muestras de cariño en público, siendo Jeon muy tímido y ella demasiado fría con el joven.

Pero, en éstaúltima sesión con la mayor, Jimin decidió cortar todo de una, sin terminar con su encuentro, se alejo de ella, viendo por largos momentos la alfombra de la habitación.
Llevándolo a pensar que estaba haciendo mal, y que debía salir de allí pronto, que no estaba bien.

Además, su cabeza dolía, le daba mil vueltas, seguramente por todo el alcohol que había bebido antes de subir a la habitación con la mujer.

Porque pequeño detalle, estaban en una fiesta.

Eran cerca de las tres de la madrugada, y la música soñaba fuerte en los parlantes del piso de abajo, haciendo retumbar el piso debajo de las suelas de Park, quien sentía que las puntas de sus dedos estaban a metros de distancia.
Su palma choco contra su cabeza, mientras que sentía la garganta arder, como si necesitará vaciar todo su contenido.

El amante de mi esposa ® KOOKMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora