Después de la muerte...

Familia

—Solo te lo preguntaré una vez... ¿En realidad nos has recordado con todas nuestras aventuras, como cuando recuerdas a mamá o somos un amargo recuerdo que eliminas?—Pregunto Tlacopan temblando de rabia
—Yo...—Mexico no sabia que responder, cualquier cosa podría causar una pelea aún más grande
—No puedes ni decir nada... En realidad eres egoista—Murmuro Tlacopan

A este punto, México no sabía que hacer, la mirada penetrante de la mayoría era de decepción, se decepcionaron de él, la de Tlacopan era de enojo, no soportaba la idea de que su hermano lo olvidara o simplemente lo dejara de lado, como si fuera poco importante, por otro lado, los tlaxcaltecas se mantenían imparciales; aunque políticamente en el pasado, Aztecas y Tlaxcaltecas no eran muy buenos entre sí, las representaciones se llevaban bien, después de todo, era eso o recibir un golpe por parte de su abuela, Olmeca

—Seguir aquí es estúpido—Tan pronto Tlacopan murmuró eso, salió de la sala, siendo seguido por Texcoco, quien se mostraba preocupada por sus hermanos
—Tlacopan tiene razón, eres egoísta, te olvidas de nosotros como si no valieramos nada—Raramente, quien dijo esto fue Uxmal, salió de la sala decepcionada de su primo, siendo rápidamente seguida por sus hermanos

Los Purepechas y Zapotecas también salieron de la sala, a diferencia de que estos no dijeron nada, sólo dedicaron miradas decepcionadas al país, el par de Tlaxcaltecas de acercaron a México, eran imparciales así que resolverían esto como pudiesen, antes de hablar con México murmuraron unas cosas entre sí y Cholula salió de la sala, buscaría a sus primos y evitaría que hiciesen alguna tontería

—Tenochtitlan, ¿algo que quieras decir antes de que te regañe al estilo de nuestra abuela? —Preguntó Tlaxistlán sentándose y jalando al mexicano para que hiciese lo mismo, quien se negó
—Debo buscar al resto—El mexicano estaba a punto de salir pero, sin razón aparente, se quedó parado en la puerta
—Siéntate, Cholula ya fue por ellos, los traerá, además, si vas ahora ¿Qué les dirás? Sabes lo testarudos que han sido siempre, un lo siento no servirá—Tlaxistlán tenía razón, una simple disculpa no serviría, por más que quisiese correr o huir, se sentó al lado del tlaxcalteca, las lágrimas del mexicano no tardaron en salir
—Enserio no quería hacerlos sentir mal, pero... Es difícil recordar todo lo lindo y luego ese día donde todos iban muriendo poco a poco, el olor a sangre, los gritos, todo viene a mi cabeza de golpe al tan solo pensar en alguien, de mi mamá solo hable unas pocas veces porque los demás preguntaron, no porque quisiera, me duele demasiado recordar—El mexicano terminó por abrazar al tlaxcalteca mientras lloraba
—Te seré sincero, nos dolió mucho el hecho de que nos olvidarás, pero si tu razón fue por evitarte problemas, esta bien, pero debiste decirlo cuando Tlacopan esta furioso, es tu hermano, y él sabe que no puedes soportarlo todo, solo debiste decirles lo que me acabas de decir, en vez de no decir nada—Tlaxistlán acariciaba el cabello (si, tienen cabello xd) del mexicano quien se movió para quedar frente al tlaxcalteca
—¿Qué podría decirles? No me perdonarán aunque les explique—Si algo tenían casi todas las representaciones antiguas en común era lo testarudo
—Lo harán, confía en mí, aunque, lo más probable es que alguno diga el viejo dicho de la abuela "a la familia no se le olvida ni muerta", pero, también hay que destacar que eres el único vivo, quiero que seas sincero conmigo ¿recuerdas los viejos encantamientos de tu madre en torno a la vida y muerte?—Hacía ya mucho tiempo que el mexicano no recordaba nada de eso, negó levemente con la cabeza
—Durante mi dominio por España, que duró 300 años, no podía ni tratar de recordar cosas así, menos preguntar a algún humano, para cuando todo acabó, había perdido las evidencias escritas y todo recuerdo sobre ello—México se sentía levemente avergonzado de no poder recordar nada de esas cosas, no sabía porque ocurrió, y también no es como que en el pasado buscará tanto la respuesta

Con eso era suficiente según el tlaxcalteca, quien se levantó y le extendió la mano al mexicano para que hiciese lo mismo, al abrir la puerta pudieron ver como se acercaban las demás representaciones, los aztecas tenían lágrimas acumuladas, como si en cualquier momento pudiesen llorar, al lograr ver a México se acercaron corriendo y lo abrazaron murmurando varias palabras de disculpa

—Lo siento, no quise golpearte ni llamarte egoísta—Murmuró Tlacopan aferrado a uno de los brazos del mexicano, el resto mantenía una sonrisa por la infantil escena que protagonizaban los aztecas
—También yo lo lamento, no debí ser tan duro con ustedes, debí explicarles bien las cosas y mis razones para temer el recordarlos, tampoco debí tratarlos como si fueran animales peligrosos—Al decir lo último, México dirigió su mirada a Chichen Itza quien le sonrió como si aceptará sus disculpas, en eso vino un pequeño recuerdo

Inició del recuerdo de México

Un par de niños corrían sin parar por todo lugar, pararon al llegar a una de las ciudades, Tenochtitlan, la ciudad perteneciente al niño más pequeño

—Tenochtitlan, Chichen Itza, por fin están aquí, mamá nos vino a visitar, además, Chichen Itza, tu padre no tardará en venir a recogerte—Una hermosa mujer se acercó a los dos niños, quienes hicieron un puchero
—¿No me puedo quedar más tiempo? ¡Quiero seguir jugando!—La niña miro a la mujer esperando una respuesta
—Ya veremos cuando llegue tu padre, por ahora, vayamos con mamá—Ambos niños asintieron mientras se miraban como si pensaran una excusa para que la niña pudiera quedarse a jugar más tiempo

Siempre era así, cada vez que la maya iba a jugar con su primo Azteca o viceversa, ambos niños terminaban rogando para quedarse más tiempo del debido, eran inseparables en su momento

Fin del recuerdo de México

—¿Estás bien? —Pregunto Cholula al ver como una lagrima salió de los ojos de México, este inmediatamente se limpio esa lagrima
—Si, sólo recordé el problema que era separarnos a Chichen Itza y a mi cuando jugábamos—Respondió México sonriendo, ese era un recuerdo muy lindo
—Si que era difícil, más cuando se escondían en quien sabe donde y teniamos que buscarlos, además de estar preocupados—Respondió Tikal cruzando los brazos a manera que pareciera enfadado pero en broma ya que a él solía tocarle ir con su padre, Imperio Maya, ir a recoger a su revoltosa hermana menor
—Bueno, ahora que todo está arreglado ¿Qué debemos hacer? —Pregunto Ihuatzio, no le gustaba romper el ambiente familiar, pero debían pensar en algo puesto que ahora habían otros problemas

México recordó en ese instante que seguramente ONU le daría el sermón de su vida por dejar escapar a las representaciones, por lo que él le daría ese mismo sermón a sus estados, además de que muchos países quedaron con duda de quienes eran éstas personas y su relación con México

—Por cierto, Cholula, cuando fuiste por los demás ¿Qué estaban haciendo?—Pregunto el mexicano a la tlaxcalteca quien miró nerviosa a sus primos

¿Qué habían hecho? Bueno; USA, Canadá y los latinoamericanos estaban preocupados por la reacción de México, así que al ver salir a las representaciones, fueron y los llenaron a preguntas, aunque podían entender lo que decían, se hicieron los que no entendían español, puesto que consideraban que los latinoamericanos eran los culpables de todo y los únicos con los que medianamente podían hablar, no los entendían, así que ese lugar se volvió una revoltura de gritos en distintos idiomas y lenguas indígenas, teniendo que detener a Tlacopan y Chichen Itza, como casi siempre, para evitar que golpearan a alguien, definitivamente, estos chicos no saben quedarse tranquilos, siempre se meten en algún problema

Ame escribir este capítulo uwu espero les guste tanto como a mi :'3