Prólogo. Bienvenida a casa

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Las despedidas. El momento en que no sabes qué decir ni cómo actuar, porque lo que menos quieres es que sea algo triste. Sabes que pronto os vais a volver a ver pero a la vez sabes que no va a ser lo mismo estar distanciada de la gente a la que quieres. Las inseguridades te hacen sentir pequeña y te preguntas si este pequeño distanciamiento va a hacer que los que se queden juntos se unan más y se olviden de ti. —No os olvidéis de mí— Repites a tus amigos, a los de siempre, los de toda la vida. —Cuidaos mucho— pides a los miembros de tu familia, a lo que ellos te responden que bebas agua, que te abrigues y que tengas cuidado; muchas veces, demasiadas.

Irse de la ciudad donde siempre has vivido es difícil, pero las ganas de viajar, conocer un lugar nuevo, independizarte y el hecho de añadir gente nueva a tu vida, son más grandes que ese sentimiento de dificultad por marchar.

Barcelona, esa ciudad siempre soñada, la estaba esperando. Iba a compartir un piso (sorprendentemente no demasiado pequeño ni con un alquiler excesivamente caro) que le quedaba relativamente cerca de la facultad, en la cual iba a estudiar primer año de comunicación audiovisual, con Maialen, una gran amiga que había conocido años atrás, durante la gran época de la infancia, en un campamento de verano el cual consistía básicamente en música e interpretación. Nunca se perdió el contacto con esta, ya que sus ciudades no estaban extremadamente lejos, y se hizo costumbre el verse mínimo una vez al mes.
Además de ella, el novio también iba a vivir con ellas. Bruno se llevaba genial con Anne desde el momento en que Maialen les presentó, hará cosa de un año. Lo que no se esperaba es que fueran a ser más de tres en ese piso, pero lo agradecía porque pagar gastos entre cuatro le iba a ir maravillosamente bien para su bolsillo, no muy lleno, por desgracia. El problema es que no conocía al amigo de Bruno, pero tenía claro que si era su amigo, estaba claro que tendría que ser tan buena gente cómo él lo era, así que no era una gran preocupación.

Después de un trayecto de 4 horas y diez minutos en el ave desde Iruña, pisó la estación de Sants, Barcelona y sólo fue capaz de sonreír cómo una niña pequeña ilusionada. A carga de una maleta casi más grande que ella sumándole una mochila de gran tamaño, que además iba llena a reventar, y su preciada riñonera fue rumbo al que iba a ser su nuevo piso.

Tras perderse un par de veces hasta usando el Google Maps, se vio obligada a preguntar a una chica de ojos azules que pasaba por su lado. Esta, le dio las indicaciones necesarias para poder llegar por fin al destino que estaba deseando. No tenía las llaves aún, pero Maialen le había dicho que la esperaría en casa el día de su llegada, aunque fuera de noche. Picó al 3º 2ª esperando la respuesta a través del telefonillo y el sonido conforme ya estaba abierto, pero antes de eso, la puerta se abrió bruscamente con un chico un tanto estúpido chocando con ella y haciendo que la maleta cayera al suelo horizontalmente. En vez de disculparse se fue de allí sin inmutarse. —Menudo imbécil— pensó Anne mientras cogía su maleta y se adentraba al portal.

—¡Bienvenida a casa bichito!— chilló una Maialen emocionada. —Estoy tan contenta de que estés aquí, por fin— dijo mientras estrujaba a Anne tan fuerte hasta casi dejarla sin respiración.

Jo, Mai, yo también estoy súper feliz de estar aquí, contigo.

Después de una conversación de esas en las que hay que ponerse un poco al día rápidamente y hablar de cómo había ido el viaje, fueron a dormir. Mañana vería a Bruno, que se encontraba durmiendo a estas horas, y también conocería al nuevo compañero de piso, que esperaba con ansias que le cayera bien, y que por favor, no fuera un desorden, ya bastante tenían con ella en ese piso.

hola:) no sé qué es esto pero es. espero que os guste. este es cortito porque se trata de una pequeña introducción.
por cierto, cada título es una frase de una canción, si alguien la adivina me haría mucha gracia :)
besicos <3

para ti qué soy | geranneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora