Coca-Cola

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Una pelea bastante fuerte se escuchaba desde la cocina mientras dos gemelos se refugiaban entre las sábanas, no querían saber sobre el estruendoso escándalo que hacían sus padres solamente porque su papi Rubén había vuelto a salir con esa linda chica ¿cómo era que se llamaba? ¿Melissa? bueno al menos era algo parecido.

-¿es en serio, Doblas?- en sus ojos habían lágrimas, se sentía traicionado sucio y dolido por lo que había hecho su chico pero es que ya tenían dos pequeños, no le importaba si lo había hecho bajo las drogas lo que importaba era que al final de cuentas le había engañado incluso de las peores maneras que se puede venir a la cabeza o bueno por lo menos para nuestro Samuel así era:Que había tenido sexo con alguien más - perdón ¿sí? es sólo que no sabía lo que pasaba - trató de explicar lo más detallado posible poniendo excusa tras excusa - esta vez no Rubén, por favor ve a dormir a otro lado - le pidió lo más calmado y gentil que pudo solamente para no alterar más a los niños porque claro que le quería gritar todas sus verdades a la cara, no lo haría, no era el lugar ni mucho menos el momento. Rubén miró por última vez a Samuel suplicando a los dioses que le perdonara como siempre lo hacía ¡ups! esta vez no fue así por lo tanto con un gran nudo en la garganta tomó sus maletas, subió al taxi, por último, se hecho a llorar en todo el camino hasta la casa de mangel el cual le esperaba con unas mantas cómodas y la característica coca-cola del noruego. Sonó el timbre así que Lolito se apresuró a abrir la puerta dejando a la vista un chico vulnerable, un chico envuelto de lágrimas así que antes de que Mangel se acercara a la puerta abrió una lata de Coca-Cola ofreciendo esta al castaño.

Los tres lloraron pero hicieron que lograra reaccionar ante la situación que se había armado entre esos dos, por dios, Doblas era un bobo en potencia.