Capítulo 6

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Disclaimer: los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto. Obra inspirada a fin de entretener y sin fines lucrativos.

"....." pensamientos
-.....-   diálogos
●●●● cambio de escena

El tiempo que tenía como gobernante, Sasuke a espaldas de su familia había estado haciendo todo tipo de tratos y negocios a fin de aumentar el poder de su región. Se había propuesto colonizar los pequeños pueblos aledaños a sus tierras y lo había conseguido. Tenía el apoyo de algunos miembros del consejo que también perseguían intereses personales de riquezas y poder, no les importaba lo más mínimo traicionar la confianza de sus antiguos líderes, el joven Uchiha había sido muy convincente y al final todos aceptaron lo que proponía.

¿Estás seguro de lo que dices? — le preguntó al misterioso hombre que era su cómplice en todo el asunto.

Mi señor todo está listo — comentó la persona en cuestión — La tierra de los arrozales es la más grande de todos los pueblos bajo su control, incluso podrían ser una nueva nación pronto, y si siguen así en poco tiempo estarán por encima de usted

¿Qué sugieres?

Debemos tomar la ventaja que poseen y luego someterlos a su dominio

¿Ventaja, dices? — Sasuke estaba confundido, ¿Qué clase de ventaja podrían tener unos simples campesinos?

Sí eminencia — contestó la sombra tras la cortina — Según se rumora una hermosa chica es la causante de toda la prosperidad del lugar

Si conseguimos a la mujer entonces ¿Nuestra tierra será igual de próspera?

Así es — le confirmó — Creo que debo irme alteza — dijo al percibir una presencia acercarse hasta ellos, estaban uno de los largos pasillos del palacio.

¿Está usted bien, señor Sasuke? — le preguntó uno de los tantos guardias que estaban de turno.

Eh... sí todo está bien — contestó pasando por su lado, aunque antes de irse tenía una orden para él — Avisa a los demás, en unos días invadiremos la tierra oculta entre las montañas — y luego de esto se retiró, debía planear una invasión.

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Aunque por fuera estaba serena mientras intentaba calmar a las demás mujeres, por dentro era un manojo de nervios. Hace algunas horas Neji había partido con todos los hombres al lugar donde las tropas del gobernante Uchiha se encontraban, marchando hacia ellos con el fin de someterlos. Su esposo le había indicado que en su ausencia ella estaba a cargo y que Hanna junto a Hanabi le ayudarían, debía cuidar de los demás y en caso de lo peor escapar tomando camino por los bosques de bambú. Estos daban a un estrecho paso que los llevaría lejos de todo el caos, y si tenían suerte, llegarían a la tierra de Gaara en unos días para buscar amparo.

Ese hecho no tranquilizaba a la joven esposa, pues los suyos sólo contaban con espadas para defenderse y no tenían la protección necesaria para eludir los ataques. En cambio, y en base a sus suposiciones, los soldados de la tierra del fuego debían tenerlos  pues pertenecían a una de las naciones más importantes.

Aun así trataba de mantener la calma, eso hasta que pesados pasos se escucharon. Salió corriendo al tiempo que tomaba sus faldas en dirección a la colina para ver qué sucedía. Soldados se acercaban hacia ellos dejándola confundida, se suponía que no deberían haber llegado hasta ellos si sus hombres estaban cometiendo. Al fijarse de dónde venían entendió todo, habían tomado el atajo que sólo ellos conocían, pero cuando quiso avisarles a todos de lo que pasaba ya era muy tarde.

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