VI

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- La sandia también es mi fruta favorita.

Murmuró el moreno, dejando un pequeño beso en la mejilla de Mark quien no hizo más que sonrojarse. Este con cuidado se aferró al menor, acercando sus rostros y rozando sus narices.

- ¿Sabías que, los besitos esquimales son una manera realmente linda de expresar amor?- Cuestionó el pelinegro, observando los ojos cerrados del contrario, admirando sus bellas pestañas que daban camino hacia sus lunares.

- ¿Sí? Creo que hay otro tipo de beso que también puede expresar mucho. - Susurró Haechan, el más alto iba a responder pero fue interrumpido por los labios del menor quien de manera suave ladeó su cabeza, sus delicados dedos tocando la mejilla del mayor mientras comenzaba a besarle.

El beso fue algo torpe al principio, se sentían tan tímidos y emocionados de que lo que ambos querían realmente estaban pasando, Mark comenzó a mover sus labios de forma suave sobre los contrarios, manteniéndose así hasta que el aire les faltó.

En cuanto se separaron Haechan escondió en el cuello del pelinegro, quien no hizo más que reír levemente y dejar un beso en su frente.

- Te quiero, Hyuck. Quiero conocerte más y más, no quiero apresurar las cosas entre nosotros, pero quiero ser tuyo.- Musitó con total sinceridad, el menor salió de su cuello y asintió a sus palabras.-

- No sabes la tranquilidad que me da que digas aquello, porque también quiero ser tuyo, pero definitivamente quiero tomar las cosas con calma. Nada nos apresura.

Ambos sonrieron y se dieron un pequeño beso, luego miraron las fresas de alrededor.

- Tengo muchas sandias listas para hacer algo con ellas, ¿te gustaría hacer algún postre?

El menor se emocionó y asintió, tomando la mano del pelinegro y adentrándose a la cocina, con ayuda del mayor comenzaron a cocinar, de vez en cuando hacian aquellas cosas cursis como darse de comer algunos ingredientes o hacer figuras en el rostro del otro, pero así eran inmensamente feliz, incluso si Mark años atrás dijo que jamás sería cursi con alguien.

- Fue mucho trabajo, pero ya terminamos... ¿Te parece si le vamos a dejar un trozo a tu hermano? Y, ¿Te gustaría quedarte a dormir hoy?

- Me parece bien lo de mi hermano, y aunque me encantaría quedarme, mañana es martes y ambos tenemos trabajo... si quieres puedo venir aqui en la tarde y estamos juntos, ¿si?

Mark asintió, dejando un beso en la mejilla del menor y empezó a cortar un trozo del postre, dejándolo en un contenedor para que el castaño se lo llevara.

- Mark.. ¿Prometes no lastimarme?- Susurró el moreno, provocando que el mencionado se diera vuelta para encontrar al más bajito con sus ojos llenos de lágrimas.-

- Te cuidaré como si fueras lo más preciado que tengo, ¿si? Sin darme cuenta, te he cuidado en distintas situaciones porque no mereces nada malo, cielo. Te quiero tanto, que me odiaría a mi mismo si alguna vez te hago daño. Prometo estar a tu lado, siempre.

Susurró sobre sus labios, con cuidado empezando a besarle. Al ser correspondido, levemente tomó al menor de sus muslos, sentándole en la encimera de la cocina para seguir besándole. Segundos después los besos del mayor fueron bajando a su cuello y se mantuvieron ahí, ambos estaban realmente sonrojados porque experimentaron algo nuevo.

- C-creo que ya debo irme a casa, ¡Nos vemos mañana Markie! - Haechan tomó el pedazo de postre y corrió hacia la puerta, totalmente sonrojado.-

El pelinegro rió también sonrojado cerrando la puerta que el más bajo había dejado abierta, y se tiró al sofá. Cada vez sentía más por aquel moreno.

Campo de sandías ; MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora