Capítulo 11: El comienzo de algo retorcido

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Capítulo dedicado a: Fer_Frederick. Gracias por el apoyo 💕 me divierto un montón leyendo tus comentarios 😢💕

Sufrí escribiendo este capítulo, así que ojalá ustedes lo disfruten. Recuérdeme escribir una novela con una temática menos turbia para la próxima.

John
Mayo de 2006.

Me quedé observándola hasta que perdí la noción del tiempo. No podía dejar de mirarla, estaba hipnotizado.

Estando tan cerca su olor invadía mis fosas nasales, llenándolas de un reconfortante olor a vainilla.

Su piel era tan delicada que se había tornado de un tono rosáceo debido a los rayos del sol de primavera. Evie siempre olvidaba ponerse protector solar, siempre que se tratara de algo que involucrara directamente su bienestar a ella se le pasaba.  Su nariz y mejillas estaban salpicadas por algunas pequeñas manchas color café: sus pecas.

Quien no viese belleza en ése rostro estaba ciego. Pero una belleza especial, diferente a las demás. Una que te deslumbra con su pureza.

Ella me miró, con sus preciosos ojos de muñeca y pestañas largas.

De pronto, todo en Evelyn me resultaba tan irremediablemente atrayente.

— John —me llamó, y la mirada que me dirigió fue diferente a todas la que me había dado hasta el momento. No era una infantil e inocente como las que la caracterizaban, sino una perspicaz y traviesa—, nunca terminaste de explicarme.

—¿Qué pasa?—pregunté, saliendo de la hipnosis que ella me había provocado— ¿Qué cosa?— volví a formular.

—¿Cómo se hace el amor?

Me desestabilizó.

—¿Q-Qué...?— tartamudeé como un adolescente—. Evelyn...—Intenté sonar firme, como si estuviera dándole una represalia, pero representé todo lo contrario a tener autoridad. Soné como un adulto que es débil ante una niña.

Ella se pegó a mí y yo me levanté al instante como si su tacto me quemara, a pesar de que no quisiera hacerlo en realidad. La quería a mi lado, pero no era correcto.

—John...—Ella tiró de mi brazo delicadamente para sentarme de nuevo en la cama— Si no quieres enseñarme eso entonces muéstrame cómo besar.

—¿Qué?—volví  a preguntar, tratando de no comprender.

Evelyn se acercó a mí gateando y se sentó en mi regazo. 

—Bésame. — Ordenó y tomó mi rostro con sus manos mientras yo la contemplaba embobado. Su vista se dirigió primero a mis ojos y luego bajó hacia mis labios.

La idea de que la propuesta de besarla me resultara tan tentadora me perturbaba un poco. ¿Cuándo habían nacido tales sentimientos? Sabía que como adulto mi responsabilidad era detenerla, pero no podía evitarlo; lo deseaba tanto.

Acaricié su mejilla con ternura y palpé su suave piel de porcelana, este sería nuestro secreto.

Estaba a punto de probar esos tentadores labios color fresa cuando desperté.

Todo está bien, JohnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora