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-Escúpelo, Keith -dice Shiro mientras se sube al auto, en el lado del copiloto. Después del incidente, ha mandado a Keith al auto mientras él arreglaba su desastre-. ¿Por qué demonios lo golpeaste? -él está molesto. En cambio, su amigo permane calmado e inmóvil. -Maldita sea, tuve que pagarle cinco mil dólares para que no dijera nada, ¿Te parece poco? -sigue regañando, pero su amigo permanece sin abrir la boca. Tras darse cuenta de que efectivamente, no le dirá nada, niega molesto y se deja ir en el asiento.
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Han pasado dos semanas. Todos están tranquilos y ninguno de los dos chicos ha sacado el tema a conversación. Está bien, para él verdaderamente lo está, aunque la escena de él besándose con otro chico lo siga atormentando... A veces se pierde, mira a la nada y en su mente se reproduce una y otra vez, en cámara lenta, parece tan vívido, casi puede sentir a Lance entre sus manos, tan abrumador.
