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El otro chico lo mira fijamente unos minutos

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El otro chico lo mira fijamente unos minutos. Él es bonito, atractivo, con una piel suavemente morena y cabello castaño oscuro. Está sentado en el suelo frío de madera, solo, alejado de todos y hundido en su caro teléfono celular. Keith alza una ceja y lo mira desde arriba de forma irritada, da media vuelta y cierra la puerta de un golpe. Buscará otra habitación, esta vez una vacía.
El chico aún permanece viendo la puerta cerrada, perplejo por quién acaba de ver. No lo conoce, jamás lo ha visto en su vida, y eso lo intriga a un poco. Lo suficiente como para salir e ir tras de él.

Keith por fin ha encontrado su objetivo tan sólo unas puertas más adelantes

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Keith por fin ha encontrado su objetivo tan sólo unas puertas más adelantes. Es asquerosamente espaciosa y con un toque juvenil y demasiado varonil para ser verdad, se ve forzado y estereotipado, incluso él, que no tiene ni la más mínima idea de ello, ha sido capaz de darse cuenta. Vuelve a chasquear la lengua y, cuando se dispone a dejarse ir en la cama, alguien abre la puerta tras de él.
Frunce su ceño y se gira, es el mismo chico de antes. Sin saber por qué, traga con dificultad.

𝑆𝑃𝐼𝑇 𝐼𝑇 𝑂𝑈𝑇 | KlanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora