Capítulo 9

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Capítulo 9: Todo no es cómo un sueño

Damián

Sentir los labios sobre ella a sido las mejores experiencias que e tenido. Su labios inesperado hace que la desea más que nada.

Mi lobo Frey esta feliz, sentir su aroma impregnando en mí fosas nasales.

Siento como su cuerpo reacciona a cada roze. Siento como llega un aroma reconocido a mis narices, el aroma del idiota de Derek.

La apego más a mí, interficando el beso más apasionado.

Tengo una ganas de partirle toda la cara a Derek. Nadie puede tocar lo que es mío

El beso tienes aprisionado, pasos mi manos tocando sus brazos delicadamente.

Nos separamos de aire, ella mantiene los ojos cerrados, controlando su respiración.

Aún jadeante logro susurrar:

- Eres mía y de nadie más

Y sin más que  saber salgo de su habitación.

Audrey

Damián sale de mi habitación, llevo mis dedos a mi labios hinchados

- Porque  hice eso- susurro con la voz entrecortada.

No puedo dejar de pensar en el daño que me ha hecho, las humillaciones.

- Es difícil poder controlarse ya al saber que tenemos una fuerte conexión de mates- explica Tere.

Bajo mi cabeza decepcionada.

Me recuesto en la cama abrazando las almohadas.

Cierro mis ojos  y me dejo llevar por el sueño.

A pesar de todo me gustó el beso.

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Abro mis párpados lentamente adaptándome a la luz que que entra va la habitación.

Me levanto un poco somolienta. Hago  mis necesidades primordiales.

Ya lista, buscó mis cosas para estudiar. Bajo extremadamente silenciosa

Una parte di mi quiero verlo, y a la otra ignorarlo

Objetivo de hoy:

Que Damián por ningún motivo me vea hoy.

Al bajar solo me encuentro con las chicas del servicio.

-Bueno días Audrey- me saluda Madison.

Le sonrió sinceramente- Hola Madison- ella me regala una sonrisa,y sigue con su trabajo.

Las demás del servicio ni siquiera se enmuta en entablar una conversación conmigo. Y no es que me moleste, no entiendo que le hice.

me adentro a la cocina a desayunar. Una chica del servicio me mira por el hombro y sigue como si no hubiera visto nada.

-hola- saludo amablemente, busco en el refrigerador  algo de que comer que no consigo nada. Veo como hay una variedad de deliciosa comida- ¿Puedo agarrar un plato?-pregunto amablemente.

Ella deja  lo que estaba haciendo y se concentra en mí-No- respondió finalmente.

Su respuesta me tomo por sorpresa

-No pasa nada, solo quiero comer.

-Usted no es nadie para mandarme- espeta-zorra- susurro tan bajito

Logre escuchar su insulto pero no le di importancia «¿Cual es la necesidad de llamarme zorra?»

AUDREYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora