En algún lugar en el corazón de Francia, un atractivo príncipe de una actitud explosiva, sin corazón y hasta cierto punto completamente desinteresado con su pueblo fue convertido en una bestia por una hermosa y poderosa bruja dejándole en claro que...
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Tanto Eijirou como Crimson habían llegado al castillo; exactamente al atardecer de ese día, Ei por el frío se había colocado la manta a modo de capa mientras llegaba.
– ...¿es aquí Crimson?... – el caballo le asintió suavemente estando asustado, a lo que el pelirrojo solo se bajó – eres muy valiente al traerme aquí, espérame aquí – entrando al castillo, por alguna razón sintio más frío estando adentro que afuera de este – ¿Hola?... Estoy buscando a mi padre, no quiero molestar ... ¿Hola?... ¿Hola?... No se que fue lo que sucedió pero solo quiero llevarlo a casa y no volveremos a molestar nunca jamás si hace falta – viendo como todo el lugar estaba a oscuras, mientras que observaba todo lo que podía estando aún cerca de la entrada
*Clink clink clink*
–!!!– pudo divisar perfectamente una luz (posiblemente de una lámpara) moviéndose hacia el lado izquierdo de las grandes escaleras; Eijirou sin dudarlo empezó a seguirla – ¡Hey! ¡Espere señor o señora!¿Sabe dónde está?...¡¡No me dejes en suspenso!! – tratando de seguirle el ritmo a la luz
Unos minutos antes; Sero, rondando la entrada del castillo aún apenado y sintiendose culpable por lo sucedido con Taishiro pensaba si tenía la cara para ir a hablar con el prisionero escuchar una voz nueva hizo que su atención se dirigiera al primer piso; casi gritando pero tapándose la boca a tiempo al ver al joven doncel entrando y preguntando por su padre... Ahí la vela se le encendió, y junto a ella una idea: atraer al doncel hacia la torre de prisioneros y presentarse adecuadamente y explicar la situación... Y siendo un pelín egoísta el podría ayudarlos con la maldición.
– "no será el mejor de los planes pero al menos nos dará una oportunidad" – pensó para empezar a atraer al jovencito hacia el segundo piso...
Luego al ala este del castillo...
Pasando por unos cuantos pasillos...
Y llevándolo a la torre de prisioneros. Colocándose en una apertura para antorchas cerca de la celda en donde estaba Taishiro, asustando accidentalmente al mayor y provocando que moviera sus grilletes. Alertando al Pelirrojo de paso.
–¿Holaa? ¿Señor a dónde me guió? – pregunto preocupado el pelirrojo, podía jurar que mientras subía podía escuchar unas cadenas moviéndose – ¿Hola?
–.... Rou..
Eijirou se estremeció al reconocer en ese eco esa voz – ¿Papá?¡Papá! – siguiendo el tono de la voz, el ruido de las cadenas se hizo más fuerte – ¿Estás aquí? ¿Papá?
– ¡¿Eijirou?! ¡¿Eres tú?! ¿Como llegaste?...¿Como le encontraste? *Cof cof* – Taishiro se asomó al borde de la celda, el pelirrojo tomó una antorcha adjunta para visibilizarlo mejor en la oscuridad del lugar; quedó atónito, pues había adelgazado de golpe; estaba pálido (entre el frío y el estrés de estar en un lugar así) y esos grilletes a pesar de todo estaban más ajustados de lo que deberían
