He aquí mi teoría
sobre lo relativo
sin encuaciones,
sin algoritmos.
El origen siempre es uno
el cero es el ombligo,
la distancia no se mide,
el tiempo es subjetivo.
A veces mucho es nada
a veces poco es todo
a veces no alcanzamos
lo que está frente a nosotros.
Hay que mirar
con ojos relativos
y ejes cartesianos
de espacios divididos.
Para eso hay que saltar
a otro espacio diferente
y ver más de cerca
lo que se creía evidente.
Hoy es la última opción
mañana la primera,
nada es definitivo
si cambia la referencia.
Creemos ser inmortales
pero solo una mariposa
nos puede ver eternos
transitando su existencia.
Somos despreciables
en el vasto universo,
esa bruma,
respiración del supremo.
El camino más corto
no siempre es el más fácil
ni el más largo
es el peor.
Uno es el que elige
desde dónde medir
si el cero es cero
u otra posición.
N. S. 15/6/2020
