Capítulo III

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"No. Quiero entrevistarlos a todos en persona. No contrates a nadie que yo no haya aprobado."

La luz de la habitación, a pesar de ser tenue, le quemó los ojos cuando los intentó abrir por primera vez. Su cuerpo entero se sentía pesado, como enterrado en la cama, y cuando trató de mover el brazo se dio cuenta de que tenía algo colgando del mismo.

Se giró lo mejor que pudo en la cama, preguntándose que estaría haciendo su padre en su habitación, y logró enfocar sus ojos, notando por primera vez sus alrededores.

No se encontraba en su habitación, si no en lo que parecía ser una lujosa habitación de hospital, y lo que tenía colgando del brazo era, en efecto, un suero.

"Louis?" La voz tenue, incrédula de su padre lo recibió, al mismo tiempo que el familiar aroma a cuero y libros de su padre llenaba su nariz. "Por Dios, mi amor, ¿estás bien?¿te duele algo?" Se acercó a él, acariciándole el cabello con suavidad, y Louis cayó en la cuenta de que estaba yaciendo en una cama de hospital.

"Que-" Intentó preguntar, pero le falló la voz, y su padre pareció entender enseguida lo que necesitaba, alcanzándole un vaso de agua y ayudándolo a beber. Después de unos segundos por fin consiguió seguir hablando. "¿Qué pasó?"

"Fuiste atacado, Louis. Estábamos a punto de salir para el restaurante cuando ese-" Hizo una pausa y respiró hondo, tratando de mantener la calma. "Ese imbécil te llamó, creo que era tu compañero. Lo siguiente que vi fue como te desmayabas, y la mancha de sangre en tu hombro. Había tanta sangre, bebé. Casi me muero del susto." Greg sonaba tan vulnerable y asustado en ese momento que a Louis le costó creer que éste era el mismo alfa que lideraba un país entero. Intentó sonreírle a su padre para calmarlo.

"Estoy bien, papi, no te preocupes. No me duele nada." Y era verdad. Suponía que las drogas que le habían dado eran bastante potentes.

"Estuviste inconsciente casi tres días, cariño. Tres días. Te hicieron cirugía de emergencia. Fue un milagro que la bala te diera en el hombro. Un par de centímetros más al centro y estarías-" No pudo terminar.

"Pero no lo estoy." Aseguró. Una pausa en la que su padre continuó acariciándole el cabello, como si necesitara asegurarse de que Louis estaba allí, que era real.

"¿Saben quién fue?"

La cara de Greg se endureció entonces, su expresión cambiando a una de pura furia.

"Todavía no. Pero tengo a todo el mundo trabajando en el caso. Apenas sepa quién fue el bastardo, me aseguraré de que no vuelva a ver la luz del sol." Le prometió.

El omega asintió, aunque eso no lo tranquilizaba. Dudaba que vuelvan a intentar matarlo mientras estaba en un hospital severamente vigilado, ¿pero luego qué? ¿Qué iba a pasar cuando volvieran a casa?

"Ya sé lo que estás pensando. Y no tienes nada de qué preocuparte. Contraté un servicio de seguridad, los mejores que el dinero puede comprar. Y estoy en el proceso de conseguirte un guardaespaldas personal. Solamente necesito entrevistar a los postulantes, para asegurarme." Louis quiso objetar, pero en el fondo sabía que las medidas extremas que su padre estaba tomando eran muy necesarias, así que se guardó las protestas. Aún así idea de algún alfa siguiéndolo de cerca 24/7 era menos que placentera.

"Tú sólo encárgate de descansar y reponerte, ¿sí? De lo demás me encargo yo." Le dio un beso en la frente y se levantó para llamar a la enfermera.

Louis suspiró, volviéndose a recostar. ¿Realmente había sobrevivido un intento de asesinato? Todo se sentía irreal, como si no le estuviera pasando a él.

La enfermera entró a la habitación y comenzó a chequearle los signos vitales, pidiéndole que respire, que tosa, y etcétera. Se sintió muy cansado de repente, y ella le aseguró que era normal luego de todo el trauma que su cuerpo había sufrido. Se retiró luego de finalizar con los chequeos, y su padre regresó al sillón que se encontraba al lado de la cama, apoyando los codos en sus rodillas y sacando su celular y frunciendo el ceño con concentración.

Bodyguard (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora