❀𝑷𝑰𝑪𝑨𝑭𝑳𝑶𝑹❀ || 𝑉𝑖𝑜𝑙𝑒𝑛𝑡𝑜𝑚𝑒𝑡𝑟𝑜.

☢ Descalificar ☢

P I C A F L O R — V I O L E N T O M E T R O.

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Sentía su corazón machacado, herido y dolido a más no poder.
Pequeñas lágrimas saladas creaban un camino húmedo por sus pálidas mejillas.
Sentía que su pequeño mundo se derrumbaba en su interior, no tenía ganas de hacer absolutamente nada, encerrado en la soledad de su propia cuarto, oculto entre un nido de sábanas de un particular estampado de tigre tejido a mano.

— Azteca, estás bien hijo ? —

Pregunto una voz varonil pero no lo suficientemente grave, dicha voz pertenencia a un particular Country; tés oscura similar al azabache, con detalles en blanco, azúl y naranja.
Vistiendo únicamente un pantalón y una camisa haciendo juego — un clásico traje de oficina — y un delantal a cuadros color rosa atado a su esbelta cintura.

— S-si papá, e-estoy bien. — respondió Azteca mientras limpiaba las lágrimas de sus blancas mejillas.

— Estás seguro, No quieres hablar de lo que te sucede mijo ? — insistía aquel Country azabache contra una puerta de madera que le impedía el paso para poder entrar en aquella habitación.

— S-Si querido padre. — finalizó el joven américano mientras trataba de disminuir su llanto con una almohada. - la cual abrazaba contra su pecho y hunde su cabeza en esta.

Olmeca: padre del joven Azteca sabía que su hijo no estaba totalmente bien, pues hace un par de horas atrás su amado hijo estaba más que bien, por la mañana juraba a verlo visto sonreír y brincar cuál conejo en primavera.
Pues supuestamente " Hoy " era un día muy especial para su amado hijo Azteca, tenía entendí que hoy se cumplía otra mes de noviazgo por parte de ambos jóvenes.

— Hay mijo, como hacerte ver qué aquel " joven " no te conviene... Mira na' más como te dejo el corazón es este gran día... —

Suspiro con pesadez el Country de nombre olmeca mientras dejaba un rato a su hijo, necesitaba un tiempo a solas para reflexionar lo ocurrido hacer una horas atrás.

Mientras en dicha recámara el pobre joven de bonitos ojos gemía de dolor emocional preguntándose el por qué aquel singular día que empezó bien terminó en desastre.

— Y-yo te avise de esta fiesta... No creí que fuera una perdida de tiempo... Perdón España. —

P I C A F L O R — V I O L E N T O M E T R O.

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Su pequeño hijo hablo de eso toda la semana con gran esmero y una felicidad desbordante hasta llegar el día de la celebración.

Pues decía que tenía una sorpresa para el ibérico, dicha sorpresa era una pequeña fiesta que su amado hijo había estando organizando en su casa.
Aún recuerda como Azteca le había pedido permiso, al principio nego dicha petición pero no pudo resistir ni tres segundos pues su amado niño puso una cara de cachorro regañado logrando convencerlo al instante.
— claro que con la única condición de ayudarlo a preparar las cosas para la fiesta y sin el consumo de alcohol. —; Habían comprado bebidas gaseosa, botanas entre saladas, picosas y normales, confites y postres como galletas y pastelitos rellenos.

Arreglaron la casa y el patio de esta para dar más espacio a la fiesta.
Cada cosa que hacía su pequeño hijo le colocaba esmero, pasión y amor. Pues todo lo hacía por su pareja.

" Y el a hecho algo por ti Azteca ?... Nunca hará nada por ti. "

Los días pasaron y la fiesta está a la vuelta de la esquina, Azteca había invitado a los amigos del español los cuales aceptaron, también invito a sus propios amigos los cuales no estaban muy seguros de asistir pero la inasistencia del joven Mexica los obligó a aceptar algo temerosos.