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El número que usted marcó está ocupado o se encuentra fuera del área de servicio...
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El número que...
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El...

Apreté el celular en mi mano con fuerza antes de que un estruendo hiciera eco en la trastienda de la cafetería de Kim SoEun, seguido de algunos cristales esparciéndose por el piso y un silencio ensordecedor. Y es que llevaba toda la semana llamando sin a penas respuesta, tan solo uno que otro mensaje sin disculpa ni explicación.

Ya compraría otro celular.

Estando al tanto de mi mal humor de los últimos días, ni si quiera se molestó en ir a buscarme y envió a Kim JongIn, su novio y segundo al mando en el local, a limpiar mi desastre.

-Cookie dijo que tienes un minuto para llevar tu trasero a la barra- me informó, con una mirada de pena, y es que la cuñada de mi mejor amigo era de temer algunas veces y nunca podías saber cuándo era eso

Tan sólo asentí y seguí las indicaciones. Una vez que estuve frente a la chica, una taza con café humeante apareció frente a mi.

-¿Me contarás qué sucede o llamo a MinSeok para que venga por ti?- preguntó. La segunda opción sonaba un tanto aterradora.

-SeHun no responde el teléfono

-Es una persona ocupada- se encogió de hombros- al igual que yo, llamaré a MinSeok

Alrededor de 15 minutos después, el mencionado llegó, tomó algunos pastelillos para llevar y a mi junto con ellos.

-Este lugar es un desastre- se quejó al llegar al departamento que comparto con mi novio

-SeHun limpia, o me dice cómo hacerlo- me lamenté

-No es la primera vez que el dueño de Editorial Oh esta de viaje ¿o si? ¿A caso tu le respondes cuando tienes algún juego fuera de Corea?

-Al menos una de cada diez llamadas- respondí desganado mientras quitaba algunas chamarras de las sillas del comedor para solo aventarlas al sillón y algunos contenedores de ramen a un muy lleno bote de basura

-Parece el departamento de un adolescente- me regañó- limpiemos un poco antes de comer los pastelillos, seguro que es más deprimente llorar en medio de todo este mugrero.- En verdad no estaba tan mal, tan solo algunas cosas fuera de lugar y esperaba que, siendo un completo obsesivo del orden, a SeHun le molestara encontrar el departamento así. Pero él tenía razón, era deprimente.

-Tampoco está tan mal...

Dos horas después el departamento lucía completamente diferente: cortinas abiertas mostrando la preciosa vista de la ciudad que tenía, los platos habían sido lavados y guardados, la basura estaba fuera, la lavadora con su última carga y nos rodeaba un aroma a bosque de pinos mezclado con el té que MinSeok acababa de preparar.

Lavanda, vainilla y té verde. Esperaba que al menos eso clamara un poco mis nervios. En los últimos días no hubo un sólo segundo en el que no me sintiese mareado o pudiera comer más de tres bocados.

-¿Pelearon antes de que se fuera?- preguntó el mayor y negué con la cabeza

-No, de hecho tuvimos sexo- recordé y sonreí de lado- muy bueno por cierto, hizo esto de...

-¡Basta! No necesito detalles de tu vida sexual ¿sabes?

-En fin- rodé los ojos, lucía alarmado, pero el compartía más detalles de la suya con JongDae- me dijo que no me despertaría cuando se fuera así que se despidió antes de dormir

Secreto [HunHan] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora