El Diario Amoroso del Sr. Rong

Capítulo 39: ¿No puedes dejar de preocuparte por comer solo por un momento?

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Antes de que comenzara oficialmente el banquete de bodas, Rong Yi escuchó la no muy agradable historia de Chen Keyao de manera intermitente.

El padre de Chen Keyao, aún muy encantador, no era un Casanova como Rong Yi especuló. Por el contrario, su problema podría haber sido su obsesión por un solo amor.

Antes de ese accidente en su juventud, tenía una querida chica Beta. Incluso tuvo el coraje de confesarle su amor, pero desafortunadamente fue rechazado por ella. La chica le dijo que él todavía era demasiado joven y que podía volver a ella después de la graduación.

Parecía un pretexto, pero lo tomó en serio. Porque la chica era varios años mayor que él y era su maestra principal de su clase en ese momento.

Sin embargo, para cuando se graduó de la preparatoria, Chen Keyao tenía la edad suficiente para caminar. La joven maestra también ya se había casado. A partir de entonces, sus vidas nunca más se cruzaron.

El padre de Chen Keyao maduró gradualmente con el paso del tiempo, pero la persona en su corazón con la que no pudo estar eventualmente no perdió ni la mitad de su belleza debido a la erosión del tiempo.

En su memoria, ella se volvió aún más bella, más pura y encantadora, y más cautivadora. Como todos los sueños que nunca lograste cuando eras joven, nunca podrías olvidarlo. Luego, cuando abrió los ojos y miró a su lado, sintió un vacío infinito.

La hermana Lan ciertamente no podía entenderlo.

Ella solía tener muchos pretendientes también, pero ahora todos los compromisos hechos para ese hombre no podían obtener ni la mitad de una onda del corazón a cambio.

Así que solo quedaba su pequeño hijo en su mundo. La llegada de Chen Keyao la sumió en un abismo, pero también le trajo infinita calidez y consuelo.

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"Cuando era niño, le tenía mucho miedo", dijo Chen Keyao, sosteniendo su cabeza en una mano. Aunque volvió la cara hacia Rong Yi, no lo miró. "Porque no tenía idea de cuándo perdería los estribos conmigo de repente".

A Rong Yi le resultó difícil de imaginar.

En su memoria, la Hermana Lan siempre había sido muy gentil, incluso el tono de su voz era particularmente suave, lo que haría que quien lo escuchara involuntaria e inconscientemente también se sintiera tranquilo y en paz.

"Me gustaba mi padre cuando era pequeño, porque, aunque me fastidiaba mucho, nunca me regañaba ni me pegaba, y me llevaba a todos los lugares divertidos", dijo Chen Keyao. "Pero cada vez que la hermana Lan nos veía a mí y a mi padre muy unidos, se enfadaba. En ese entonces, estaba muy nerviosa después de la escuela todos los días, porque siempre hablaba de algo que me hacía sentir particularmente infeliz en el camino de regreso".

"..." Rong Yi extendió su mano y agarró la muñeca de Chen Keyao. "Entonces no recuerdo más esto. No importa si no escucho todo".

Chen Keyao finalmente lo miró y se rió.

"No importa. Todo terminó", dijo, sosteniendo la mano de Rong Yi en su palma espontáneamente. "No la he visto perder los estribos desde que estaba con el tío. Cada vez que la veo, creo que se está volviendo más joven".

Rong Yi estaba repentinamente nervioso. Para evitar sus ojos, fingió darse la vuelta para buscar a la hermana Lan.

Antes de que pudiera ver a alguien, las luces del pasillo se apagaron repentinamente.

Entonces, la música comenzó a sonar, y el Maestro de ceremonias con un traje estaba en el escenario con un micrófono.

Chen Keyao aflojó su agarre y recogió sus palillos. "Ahora nadie puede vernos. ¡Me muero de hambre!"