one shots | Geranne (OT2020)

El viaje

-Gèrard, de verdad date prisa que vamos a llegar tarde.

-Joder Anne, será ahora solo culpa mía que nos hayamos dormido.

-Pues mira sí, que me tuviste entretenida hasta las tres de la mañana.

-Bueno, anoche no te quejabas tanto.

Anne entornó los ojos y continuó guardando cosas en la maleta. O salían ya o perderían el avión. ¿Por qué no lo prepararon todo ayer? Cada día menos organizados. No podían seguir así y más con lo que estaba por pasar.

Preparó dos cafés, descafeinado para ella y un par de tostadas y lo llevo todo al salón.

-Anne a desayunar.

-Gèrard no eres mi padre, no seas pesado.

-Bueno, encima...

Anne se rió. Podía imaginarse su cara de indignado a pesar de no estar viéndole. Ceño fruncido, boca torcida pero tan guapo como siempre. Es cierto que con la edad había ido cambiando, ya no tenía los veinte años de cuando se conocieron hacía doce años. Miro hacia el techo y se dirigió hacia el salón para sorprenderle por la espalda. Se aferró a él y lo abrazó con todas sus fuerzas. No había nada en el mundo que le gustase más que apoyar su cabeza en su hombro.

-Y encima viene con abracitos.- dijo en tono irónico pero con una media sonrisa en la cara.

-Eres tonto, pero te quiero mucho idiota.

-Encima con insultos.- añadió él tratando de zafarse- Pues pinta bien el viaje.

-Gèrard, va ser el mejor viaje de nuestras vidas. Te lo prometo.- finalizó dándole un beso en la mejilla.

Pusieron rumbo al aeropuerto, donde habían quedado con Eva, Mai y Bruno. El viaje a Menorca había sido idea de la primera, una manera de reencontrarse años después buscando unas fechas comunes que les viniesen bien a todos.

-Anne. Jo, como te he echado de menos- saludó la gallega.- esto de no vivir juntas me está costando mucho.

-¿Qué pasa? ¿Para mi no hay abrazo?- increpó el rubio.

-Jolene perdió, no pretendas que esté contenta contigo. Anne era mía. - Contestó dándole un abrazo.

-Pasarán años y seguiréis con la coña de Jolene.

-Hay cosas que nunca cambian Annecita- terció a decir Mai, que de la mano de Bruno, acababa de llegar.

El vuelo fue tranquilo, y al llegar pillaron un par de taxis y pusieron rumbo al hotel. Habían elegido Menorca porque sabían que allí pasarían bastante desapercibidos. Es cierto que algunos habían triunfado más que otros, pero por los primeros debían buscar este tipo de sitios. No querían que se repitiera nunca lo que vivieron al salir de la academia tras finalizar el programa.

El resto estaba en la recepción cuando llegaron. Miles de abrazos se dieron en ese momento. A algunos llevaban sin verlos realmente mucho tiempo, más de lo que les gustaría la verdad. Hicieron el check-in y pusieron rumbo a sus habitaciones.

-Pues es bonita, me encantan las vistas.

-Más bonita que tu no creo- respondió Gèrard abrazando a su pareja por la espalda mientras está observaba el mar desde el balcón.

-Eres idiota, y estas de un cursi últimamente que no hay quien te aguante.

-¿Cursi yo? ¡Pero si estás llorando! - exclamó sorprendido- ¿se puede saber que te pasa?

-Que eres idiota, y que te quiero mucho. Y que estoy muy contenta de estar aquí contigo, bueno y con todos, pero eso que te quiero y ya está.

-Ay, Anne para que luego digas que tienes mala leche.