Capítulo 3: Morning Glory.

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El dulce cantar de los pájaros anunciaba el comienzo de un nuevo día. El sol salía lentamente volviendo a el aposento de su reino de un día. La ciudad poco a poco comenzaba a encenderse y la gente que la formaba también. Todos despertaban e iniciaban su día con energía.

Pero, dentro de la casa de cierto chico, una pareja dormía cómodamente con la más mínima intención de despertarse.

Unos suaves ronquidos se apoderaban del silencio del lugar, el viento golpeando levemente las ventanas los acompañaba pero, aun así no era suficiente para despertar a los jóvenes en descanso.

Un perro ladrando cerca fue lo suficiente desagradable como para despertar a la chica. Con los ojos aun cerrados, extendió su mano para alcanzar cualquier cosa que le ayudara a cubrir sus oídos. Tomo la almohada a su lado, y jalo con fuerza al notar un extraño peso en ella, finalmente cubrió su oír.

Giyuu confundido por la repentina desaparición de su almohada, volteo hacía la pequeña chica a su lado abrazándola como si se tratara del reemplazo de su almohada. Cómodamente recostó su cabeza en el estómago de la chica.

El silencio volvía a reinar, o eso era lo que creían. Apenas volvían a retomar su sueño cuando el perro comenzó de nuevo su linda melodía.

-ahg, por eso odio a los perros-quejándose, Shinobu retiro la almohada de su rostro.

Tomioka parecía no inmutarse ante los ladridos, a comparación de ella, el chico tenía el sueño pesado.

Molesta por la interrupción de sus dulces sueños, decidió que ya era hora de accionarse. Intento levantarse pero rápidamente fue devuelta a la cama por una fuerza más grande y esa era, Giyuu.

La mitad de su cuerpo se encontraba atrapado en los brazos del azabache, probablemente no lo había notado al estar medio dormida. Esbozo una pequeña sonrisa al ver su linda expresión de descanso; el mundo podría estar derrumbándose y él seguiría durmiendo en paz.

-Giyuu...-llamo su nombre acariciando lentamente su cabello, el chico sin atender a su llamado simplemente se removió en el regazo de la chica-Giyuu, es hora de despertar.

-cinco minutos más-adormilado contesto escondiendo su rostro entre las sabanas.

-está bien, pero por favor suéltame...

-no...quédate conmigo...

-ara, no seas berrinchudo-molesta le sonrió quitándolo de encima para poder levantarse de la cama. El chico simplemente bufo al haber perdido la batalla.

El día finalmente comenzaba para ellos también.

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-el día de hoy probablemente sea un día soleado, hay pocas probabilidades de lluvia, también hay pocas probabilidades de nieve...

Hace no tanto que Giyuu finalmente se había despertado y como su rutinario sábado de siempre, se encontraba viendo la televisión en busca de algo entretenido.

-hoy parece que será un buen día. Sería buena idea salir a pasear-menciono Shinobu acercándose a la sala.

Planeaba sentarse en el sofá cuando el azabache le extendió los brazos invitándola a tomar asiento en el suelo junto a él. La chica le sonrió aceptando su oferta, sentándose entre las piernas del chico. Los brazos de Giyuu no tardaron en envolverla atrayéndola más a él, recostando su pequeña espalda sobre su pecho.

-me parece bien, tal vez podríamos ir a comer fuera también-respondió, emprendiendo un camino de besos por el cabello de la Kochou.

-entonces así será. Por cierto ¿no te tocaba hoy hacer el desayuno?-pregunto un tanto burlona congelando al chico en su lugar, haciendo parar sus besos igualmente.

Había olvidado que hoy era su turno; las tremendas ganas de volver a la cama comenzaban rondar por su mente. Rendido, dejo caer su cabeza en el hombro de la chica sacándole una divertida carcajada.

-¿podríamos no desayunar hoy?-con cansancio pregunto mientras sentía la cabeza de la chica moverse en forma de negación.

-por supuesto que no, el desayuno es la comida más importante del día-respondió. Aunque no la veía, sabía que tenía una gran sonrisa en su rostro-además, me gustaría comer los panes franceses que preparas. Son tan ricos que me suben el ánimo.

El chico la miro de soslayo, intrigado ante lo que le decía.

-¿en serio?-pregunto esperanzado viéndola con un extraño brillo en sus ojos. Shinobu asintió con la cabeza alegrándolo.

Con las fuerzas renovadas, se levantó de su lugar dispuesto a preparar el mejor desayuno que la chica haya probado en su vida.

Shinobu no pudo evitar reírse al ver como recobro su energía tan fácilmente, divertida lo siguió con la mirada hacía la cocina. "Es tan simple de complacer" pensó enternecida.

"Hasta la mañana más horrible se vuelve gloriosa a tu lado"

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Palabras en total: 754.

Espero que se la estén pasando bien el día de hoy, ¡feliz jueves! :3

Isn't it lovely?//Giyushino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora