El doctor Oh Sehun lo tiene todo, un buen trabajo, buena reputación y a Kim Junmyeon.
Conocer a Kim Jongin en esa situación fue un tanto agridulce.
¿Qué pasaba con él?
¿Por qué estaba en esa condición?
¿Por qué dicen que es un asesino?
¿Quién es...
Estaba por meterse el sol, ya casi no había doctores y enfermeros por los pasillos, estaba casi solo el piso donde Jongin dormía y todos creían que el doctor Oh ya se había ido a su casa, nadie se imaginaba lo que pasaba en la habitación número 88 de ese hospital de psiquiatría.
Estaban desnudos, Sehun sobre Jongin, besando cada parte de su cuerpo, Jongin miraba por la ventana mientras disfrutaba de las caricias de Sehun, era suyo y esta vez no quería fallar, se había vuelto a enamorar como nunca en su vida y era feliz, volvía a ser feliz.
Sehun estaba demasiado caliente como para pensar en lo que estaba haciendo en ese lugar, Jongin lo había vuelto loco, lo deseaba cada vez más y verlo ahí retorcerse de placer a causa de sus besos y sus caricias le causaba una emoción que no podía compararla con ningún momento de su vida.
Bajó suavemente por su vientre hasta llegar a su miembro, lo introdujo en su boca mientras Jongin pedía más
-Se... Sehun... -Jongin tomaba la cabeza del chico mientras comenzaba a experimentar un orgasmo, Sehun tenía sus fluidos en su boca y de un movimiento tragó, se miraron fijamente y Sehun lo acomodó sobre la cama mientras colocaba su cadera entre sus piernas. Su miembro estaba tan erecto que Jongin sintió miedo por un momento pues iba a ser penetrado por vez primera
-prometo que tendré cuidado –Sehun tocaba delicadamente la entrada del chico con su miembro mientras que Jongin cerraba los ojos y apretaba los labios, Sehun de inmediato notó que Jongin jamás había sido penetrado así que con mucho cuidado comenzó a entrar, de momento Jongin gritó de dolor, estaba muy tenso pero las caricias de Sehun lo relajaron al punto de no darse cuenta cuando Sehun entró por completo
-dios, esto es... se siente... ahh... no pares –Jongin abría los ojos mientras miraba la expresión seria y de deseo de Sehun mientras lo penetraba cada vez más fuerte, Jongin tomó la ancha espalda del doctor para rasguñarlo provocándole a Sehun gritar de dolor y a la vez de placer
-Jongin... te amo, te amo y no pienso dejarte jamás –las gotas de sudor del alto caían en el pecho de Jongin
-prométemelo, promete que no me dejarás como me han dejado siempre –Jongin decía entre jadeos
-te lo prometo –Sehun tomó el cabello del chico para jalarlo, estaba a punto de llegar al clímax
-te amo –Jongin suspiraba sin dejar de verlo, esas palabras hicieron que Sehun se viniera adentro de él cayendo exhausto sobre su pecho
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