PINWHEEL | Soonhoon #1

Capítulo 5

El cielo estaba oscuro, tan oscuro que Jihoon no podía distinguir con exactitud si eran las once de la mañana o las seis de la tarde. Sobre su escritorio se encontraba descansando un plato de sopa. El contenido estaba completamente helado, haciendo que Jihoon se sintiese aún más miserable.

Todavía dolía cuando se recostaba sobre su lado izquierdo en la cama. Los moretones continuaban viéndose de un tono morado, y el cinturón había dejado pequeñas cicatrices en su espalda baja. Jihoon sin embargo, se negaba a dejar que su padre lo viera sufriendo, por lo que cuando el señor ingresaba a su habitación Jihoon hacia extra esfuerzo por que lo viera leyendo en su cama, recostado sobre el lado más maltratado.

La mayor parte de su tiempo era ocupado con siestas, por algún motivo Jihoon sentía como su cuerpo parecía no conseguir descansar lo suficiente incluso con las infinitas siestas que se tomaba. Con su celular y computadora confiscados, Jihoon no tenía mucho que hacer. Había comenzado a leer sus libros de biología y física del colegio, adelantado ejercicios de logaritmos e incluso dibujado cada objeto que había en su habitación.

Un gran estruendo se escuchó al otro lado de la ventana. Había escuchado a su madre mencionar, la noche anterior, una tormenta acercándose. Jihoon jamás se hubiese imaginado que duraría por más de diez horas.

Las primeras gotas cayeron sobre su ventana cuando su madre le acercó su cena alrededor de las ocho de la noche, permitiendo que Jihoon disfrutase de los fideos con queso con la melodía de la lluvia. Siempre lo había relajado oír como las gotas de lluvia golpeaban contra los techos de los edificios, las ventanas y las calles constantemente pobladas. A veces pasaban autos a gran velocidad y salpicaban toda el agua que se había acumulado en alguno de los pozos del pavimento con gran furia.

Esa mañana, su madre lo había despertado con el ruido de la puerta cerrándose fuertemente detrás de ella. El desayuno se encontraba en su escritorio y la habitación sintiéndose helada. Su ventana ya se encontraba completamente empañada. Jihoon no recordaba mucho más que eso, tomando la falta de luz solar como una invitación para seguir durmiendo.

Las salidas al baño eran limitadas, por lo que Jihoon intentaba limitar su consumo de líquidos y ponía toda su concentración en aguantar hasta el último segundo posible antes de tener que salir apresurado de su habitación. Eran estresantes, en especial porque Jihoon quería hacer lo posible por evitar tener que ver a sus padres, pero, al fin y al cabo, eran los únicos instantes en los que Jihoon podía apreciar más que solo sus cuatro paredes. El resto de la casa se sentía demasiado cálida, los calefactores al máximo de sus capacidades para calentar las habitaciones, y Jihoon realmente se lamentaba tener que volver a su habitación helada. Como si o si lo obligaban a tener su puerta cerrada, el calor no pasaba para allí.

Otra cosa que disfrutaba eran los aromas a comida que podía apreciar en sus salidas al baño alrededor de la hora del almuerzo. A veces eran salchichas con puré, como había sido el caso del jueves pasado, y otras eran sopas de verduras, como el almuerzo de ese mismo día.

Jihoon no estaba seguro de cuantos días más estaría castigado. Si sus cuentas no estaban mal, esa mañana había comenzado su quinto día. Y ya había hecho toda su tarea, incluso adelantado algunos de los proyectos que eran para la semana siguiente, ordenado su cuarto (y ordenado sobre lo ya ordenado) y leído los fragmentos en inglés que tenía en su cuaderno de esa materia, disfrutando de algunos cuentos que habían allí.

Ahora que estaba acosado en su cama, Jihoon aprovecho el silencio para cerrar sus ojos e imaginarse cómo sería su vida si estuviese en el universo de Harry Potter. Junhui había estado leyendo los libros, su primera gran lectura en un idioma que no fuese chino, por lo que siempre terminaba preguntándole expresiones o palabas que no comprendía a su amigo. A este punto Jihoon ya había leído los dos primeros libros, los fragmentos que le había traducido a su amigo le habían hecho comenzar a estar curioso sobre el resto de la historia. Como le gustaría está corriendo por los múltiples corredores del castillo, con su uniforme, yendo al gran comedor a comer las delicias que habían preparado para los alumnos.