Capítulo 9

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— Llegas tarde. — Su padre gruñó desde el pequeño sofá frente al televisor. La casa estaba siendo inundada por los ruidos del programa que su padre estaba viendo. Su madre estaba cocinando una sopa con arroz en silencio en la cocina.

Jihoon se quitó los zapatos que estaban dejando marcas de agua en todo el suelo antes de librar a su hombro del peso de su mochila y abrigo que estaban igual de empapados que sus calcetines.

Su madre lo miró por unos segundos antes de dirigirse al pequeño botiquín que tenía la familia y tomar una pastilla de allí. Sin mencionar mucho se la dejo en la mesa frente a Jihoon junto con un vaso de agua.

Jihoon tomo ambos y se dirigió al baño para tomar un baño y recuperar el calor en sus extremidades. Sus uñas aún estaban algo violetas por el frío.

Por la ventana de la casa, Jihoon podía ver algunas gotas chocar contra el cristal. La lluvia parecía no tener planes de parar en ningún momento.

Sin embargo, antes de que Jihoon pudiese abrir la puerta del baño, el brazo de su padre le cerró el paso.

— ¿A dónde se supone que vas? Dejaste el suelo de la entrada completamente sucio ¡Todo está mojado! Ve a limpiarlo. Si tú decidiste quedarte abajo de la lluvia -sin mi permiso- y te enfermas no es mi problema. Tendrías que haberlo pensado primero.

— Pero-

— La ducha queda cerrada hasta nuevo aviso. — Su padre le informo cerrando la puerta del baño con llave.

— ¿Y si tengo que usar el baño?

— Bueno... Parece que tendremos que limitar los líquidos, ¿Huh? — Su padre se rio en la cara de Jihoon, regresando al sofá tarareando alegremente una melodía.

Jihoon se resignó a regresar al lugar en donde (según su padre) Jihoon había dejado un desorden detrás de él.

Su madre parecía verse más nerviosa de lo normal, miraba constantemente sobre su hombro. Jihoon decidió ignorarla, con su padre en la casa Jihoon sabía que su madre no le diría nada.

Jihoon se agachó con una servilleta de papel en mano para secar el pequeño charco que se había formado en el suelo.

Una silueta se aproximó a Jihoon. Su madre se veía algo pálida.

Llevándose un dedo a sus labios, le indico a su hijo que hiciera silencio. Mirando una última vez por sobre su hombro, sacó del bolsillo de su delantal el celular que Jihoon había depositado en la mesa antes de intentar ir a tomarse un baño.

Jihoon lo tomó sin comprender por completo.

— Vete con tus amigos. — Su madre le susurró. — Diles que te vengan a buscar. Yo me voy a encargar del resto. Regresa en un par de días.

Jihoon sintió que se le hacía un nudo en su estómago.

¿Qué estaba ocurriendo?

¿Qué iba a hacer su madre?

— ¿Puedes avisarles?

Jihoon asintió con la cabeza, su mirada dirigiéndose a la sombra que se estaba acercando a la cocina. Rápidamente agachó su cabeza y continúo secando el suelo mojado. Su celular escondido en lo más profundo de su pantalón.

— ¿Ya está la cena? Tengo hambre.

— Cinco minutos más.

Su padre gruñó molesto por tener que seguir esperando, pero se fue del lugar sin dirigirle otra palabra a ninguno de ellos nuevamente.

— ¿Está todo bien?

— No te preocupes, Jihoon. Solo- pregúntales si te puedes quedar unos dos o tres días en su casa. Es lo mejor.

PINWHEEL | Soonhoon #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora