15. QUENTIN SE ENTERA DE TODO

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Peter acudió a su puesto de trabajo, la tarde del lunes, siguiendo los mismos pasos que hacía cualquier otro día.

Se moría de ganas por ver a Tony (sin hablar de las ganas que tenía de besarle) pero tenía que guardar las apariencias dentro del entorno de trabajo.

Imaginó, mientras las puertas del ascensor que le llevaba a su planta se abrían, que se encontraría en su despacho, o quizás en alguna reunión.
Pudiera ser que ni siquiera estuviera en la Torre. Stark solía dejarse ver poco por el departamento holográfico.

Al llegar al laboratorio, se vistió con la indumentaria de trabajo y saludó a sus compañeros.

Beck estaba en su escritorio, delante del ordenador, diseñando unos prototipos.

—Hola, Quentin—lo saludó con cierto temor.

No habían acabado muy bien la noche del viernes. Peter le había dejado un mensaje de Whatsapp el domingo, disculpándose por lo ocurrido, pero su supervisor lo había dejado en visto.

Beck miró al chico y le dedicó una sonrisa amable.

—Hola, Peter, ¿cómo va todo?

No sabía si era una pregunta de cortesía o realmente le preocupaba, por lo que sonrió y se encogió de hombros.

—Bien.

El mayor le miró, asintiendo, y se levantó de su silla mientras resoplaba.

—Siento no haberte respondido al Whatsapp—le dijo—. Fui a pasar el día con mis padres y me olvidé completamente.
—No te preocupes. Entonces... ¿Todo bien?
—Claro—asintió, poniéndole una mano en el hombro—. Todo bien, Parker. Y ahora ponte a trabajar. Tengo varias tareas que darte.




Se mantuvieron bastante ocupados durante las primeras horas. Los compañeros del turno de tarde salieron al descanso, dejándoles a solas.

Entonces, Beck se acercó a la espalda de Peter y colocó las manos en sus caderas mientras le daba besos por el cuello.

A pesar del escalofrío que le recorrió, al que su entrepierna quiso sumarse con una sacudida de excitación, Peter lo separó de su cuerpo.

—Beck, ¿qué haces?

El mayor lo miraba con una sonrisa socarrona.

—Sé que no te gusta que hagamos estas cosas en el trabajo, pero estamos solos y no hay cámaras.
—Lo siento, pero...—Le miró fijamente—. Estoy... saliendo con Tony.

La sonrisa de Beck se borró en milésimas de segundo. Parpadeó un par de veces.

—¿En serio? ¿Al final has caído en la trampa?

Sonaba molesto, por mucho que intentara disimularlo. Pero no era el único que se había ofendido:

—No hay ninguna trampa, Beck—le dijo Peter, cruzándose de brazos.
—Ey...—El supervisor volvió a sonreír, restándole importancia—. No hace falta que te pongas a la defensiva, chico.
—Ya—Arqueó una ceja—. No lo haré si tú no me lanzas pullas.
—No estoy lanzando ninguna pulla.
—¿Y qué me dices de lo de la trampa? Y también me hablaste mal de Tony, Beck. Fue un poco rastrero por tu parte, teniendo en cuenta que tú tampoco eres el mejor ejemplo del mundo.
—¿Te ha hablado mal de mí?—inquirió, comenzando a enfadarse de verdad.

La conversación comenzaba a tensarse cada vez más, hasta que Peter sintió que, cualquier palabra fuera de tono que alguno soltase, provocaría una explosión en el laboratorio.

El ex novio de tía May (Starker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora