Pelirrojo/yaoi/ Nekos

1 mes

Durante casi todas las tardes, V y yo la hemos pasado practicando en mi casa, poco a poco nos hemos ido conociendo a la vez que V se acostumbra a venir y que yo lo lleve a su casa. La mayoría de las veces terminamos de practicar demasiado tarde y V vive demasiado lejos de mi casa como para dejar que se vaya solo, es lo menos que puedo hacer por el hecho de que aceptó ser mi compañero para el proyecto después de que le haya estado rogando.

A pesar de que V parezca un chico callado, es todo lo contrario, es muy hablador cuando está rodeado de personas, más que todo sus amigos, pero suele ser tímido en muchas ocasiones. Ahora estamos sentados en una banca lejos de los salones, en la sombra. Hoy es un día en el que hay mucha brisa, y lo siento muy bien.

-Hola cosita linda y cosita fea - Daila nos saluda a cada uno, halagando a V y a mi tratándome mal como si no fuera su mejor amigo, pero la verdad ya me acostumbre. Extraña manera de demostrarme amor, yo soy muy bueno con ella. Se sienta frente a nosotros, suspirando con una sonrisa en su rostro.

-Te ves feliz, ¿qué ha sucedido? - le pregunta V y sigue bebiendo de su jugo de mora observándola.

-¿Recuerdas a Yuri?

-Ya, son novios - concluyo sin dejar que termine de contarnos y todo su rostro se torna rojo. Mis ojos se abren todavía más de la sorpresa que me acabo de llevar por solamente decir una broma hacia ella - ¿USTEDES SON NOVIOS?

-No grites - me pide V y Daila al mismo tiempo pero mi sorpresa sigue allí. Es que, cómo es posible que se haya metido con él, tampoco soy alguien para decirle con quien estar o no, es su problema, pero... ¿en serio?

-Entonces realmente si te gustaba ese gato con brillos alrededor de él cuando camina - sacudo la cabeza de manera negativa, actuando como si estuviera decepcionado de ella. Siento que me golpea y me mira mal - esta bien, solo bromeo.

-Él es muy bueno, realmente lo es - admite volviendo a sonreír - así que, acostumbrense a haberlo junto a mi más seguido, puede que también estemos todos.

-Me alegra mucho por ti Daila, yo conozco a Yuri y él es realmente una buena persona. Lo popular no le quita lo amable.

¿Tu también V? Creo que soy el único que jamás ha establecido una conversación con Yuri. Desde lejos se ve mejor. Ellos continúan hablando, yo simplemente los observo, hasta que mi mirada se queda posada en V. Se ve tan sonriente y a veces siento que brilla, sobre todo cuento esta tocando el piano, lo siento intocable en esos momentos, pero ahora, estirando mi mano puedo sentir la calidez de su cuerpo. Su piel es tan suave, y puedo ver que también tiene algunas pecas en el cuello. Mi mano las acaricia lentamente y luego se queda ahí. V es realmente lindo.

-¿Shun?

Salgo de mi ensueño por aquella voz, dando me cuenta lo que estoy haciendo. V y Daila me observan con cara de no entender qué estoy haciendo. Miro mi mano y esta tocando el cuello de V, inmediatamente la quito sintiendo mi cara arder por la pena, un poco raro ya que no siento vergüenza en expresarle mi cariño a V pero esta vez fue diferente.

-¿Que estabas haciendo? - me pregunta Daila lentamente y miro a V quien tambien esta incluso mas sonrojado que yo.

-Este, solo... veía sus pecas - me encojo en mi puesto pero Daila me mira con una extraña sonrisa, sus ojos van de V a mi, y de mi a V.

-Si... claro - se pone de pie - me tengo que ir, iré a ver a Yuri, les daré sus saludos, adiós - nos deja solos sin permitirnos decir alguna palabra. ¿Qué sucede con ella? Volteo para preguntarle a V, pero el solo tiene la mirada baja, terminando su jugo, y alcanzo a ver un poco su sonrojo, menos que antes.

-¿Estas bien?

-¿Ah? Ahhh si, si - contesta un poco torpe mirándome de reojo, parece un poco nervioso pero creo que lo dejare pasar esta vez.

Cuando se hace hora para la siguiente clase, nos vamos juntos y ninguno de los dos habla y nos sentamos con nuestros respectivos grupos de estudio, con los que siempre estamos para hacer nuestros trabajos y esas cosas. V siempre se sienta al frente, en cambio yo unos puestos atrás, casi en medio. A pesar de que siempre se sienta allí, ni recuerdo haberlo visto mucho antes, una persona como él no es de pasar desapercibido.

-Si lo sigues mirando lo vas a desgastar - me regaña Daila a mi lado sin dejar de escribir en su cuaderno.

-No lo hago, solo estoy pensando.

La escucho reír un poco. ¿Qué se trae entre manos? Mejor hago como que no escuche nada y me concentro en la clase, pero recuerdo que hoy V ira conmigo a casa para seguir practicando y tal vez hacer algunos arreglos, por lo que al finalizar la ultima clase, lo espero en el pasillo e irnos juntos.

-¿Nos vamos? - le pregunto a V de inmediato cuando esta frente a mi.

-¿Escuchaste? Parece que son novios - escucho murmullos desde atrás, y veo que son unas chicas que nos observan y pasan rápidamente frente a nosotros riéndose - se ven tan lindos juntos.

-Ahhh... - no digo absolutamente nada. No entiendo por qué dicen eso, no parecemos nada, solo amigos. Volteo a V y esta muy sonrojado, otras vez esta así, pero no es igual que las otras veces, parece diferente - oye, V.

-M-mejor vámonos - toma mi mano con fuerza, arrastrándome hasta la salida con el auto a nuestra espera y nos mete sin esperar nada.

-Oye, ¿estas bien? - le pregunto dandole la cara para que me conteste. Fue un poco raro.

-¿No te molesta? - me pregunta en voz baja tratando de mirarme, lo que me hace pensar lo tierno que parece pero no es momento para eso.

-¿Qué cosa?

-¿No te has dado cuenta? - me mira directo a los ojos, moviendo las manos un poco exaltado - desde hace un mes muchos creen que somos novios, andan murmurando.

-V, esas cosas no me molestan en absoluto, ni siquiera les presto atención. ¿Eso te importa?

El auto arranca en camino a mi casa, yo espero que V me conteste pero solo se muerde el labio.

-Eres una persona demasiado linda en todos los sentidos, no me molesta que digan que soy tu novio, pero si realmente te importa puedo aclararlo todo.

Se queda callado, pensando lo que acabo de confesarle. Yo sé perfectamente que no somos nada, ni siquiera nos gustamos y para mi es suficiente, pero si es algo que le incomoda, puedo arreglar las cosas.

-Esta bien - dice al fin, evitando un poco mi mirada.

-¿Si?

-Si... no importa, puedes dejar las cosas así.

-¡V! - no puedo evitar lanzarme a él y abrazarlo, estrechándolo bien contra mi, y por esta vez, no se queja, se queda quieto hasta que devuelve el abrazo. Es un avance - solo ten mas confianza contigo mismo.

-Lo intentaré.

Nos quedamos así durante el resto del camino, ninguno de los dos se siente incomodo, y si a V no le molesta, mucho menos a mi.