"Cuando pierdas, convéncete de que no pierdes, estas ganando la perdida".
-El mundo Amarillo, Albert Espinosa
Hace tanto tiempo que no me relaciono con personas, no tengo amigos, no tengo a nadie, solo a mi madre. He sido educada en casa todos estos años, por un bienestar psicológico demandado por el Doctor Billy, no sé cómo son los nervios del primer día de preparatoria, tener una mejor amiga a quien le cuentes todos tus secretos y hacer pijamadas, salir a fiestas los fines de semanas para ver a él chico que te gusta desde las sombras de una discoteca o ir a un cine con tu novio. Dolor amargo de una ausencia, insomnios, miedos, pánicos, antidepresivos, sedantes y un psicólogo ha sido mi suerte...
—Zara hija— La voz de mi madre me saca de mis pensamientos
—Sí ma' — Levantando la mirada—
Me gusta llamar a mi madre de esa forma, por un momento siento que soy una chica normal ¡Sí, aunque suene estúpido!
—Sé que tienes miedo y que llevas mucho tiempo sin socializar, sin ver personas y hablarles como una chica común. —Suspirando— Nena, yo sé que puedes hacer eso y mucho más, no eres más que una estrella que ha olvidado como brillar, date la oportunidad de demostrarte a ti misma lo valiente y poderosa que eres.
—Gracias mamá—limpiando rápidamente mis mejillas —Te amo, eres todo lo que tengo
—No olvides, que eres la estrella que ilumina mi cielo pequeña mía— afirmando
No puedo evitar llorar, me hace mucha ilusión saber que estoy a punto de dar un paso importante en mi vida, siento esa mezcla de miedo y nervios por todo lo que pueda ocurrir.
* * * * * * * * * *
Hay está frente a mis ojos, aquel lugar que para mi madre y mi Doctor cambiaría mi vida, para siempre. Mis manos sudan,mi corazón late tan fuerte que hace eco en todo mi cuerpo.
Una estructuras sencilla pero hogareña, un jardín precioso nos reciben, me da algo de buena impresión. Soy amante de las flores, mi padre decía que cada flor tenía un lenguaje especial, quizá por eso significan tanto para mi...cada día le obsequiaba una flor a mi madre y ella le compraba algún detalle era hermoso ver como se amaban; debe ser magnifico toparse con una persona que jamás olvide que el amor se hace cada día.
Mi madre tomó mi mano, decidimos entrar juntas. Al entrar una mujer nos atiende a mi parecer, la secretaria de este lugar.
—Buenos días señora y señorita Florit —esbozando una sonrisa
— Buenos días— respondimos en unísono
—El Doctor les espera en su oficina—señalando un pasillo —asentimos—
Paredes de color beige, perfectamente amueblado, una pequeña mesa de vidrio con letras en 3D "EL DESPERTAR" aún lado un florero con girasoles y rosas, un cuadro gigante de una mariposa naranja y negro.
»Sin duda era un lugar más bonito de lo que esperaba, parece una oficina toda sofisticada en vez de un loquero». —Sonriendo para mí misma mientras caminaba.
—Doctor ya están aquí—anunció aquella mujer—
—Pasen— una voz varonil
Era un psicólogo bastante joven más de lo que esperaba, emana confianza y calidez.
ESTÁS LEYENDO
Si tu mundo se acaba ©
Teen FictionEn el instante en que mis ojos se fijaron en aquel suceso, mi mundo se pausó y desde ese mismo momento todo en mí cambió, llevándose la felicidad y los sueños que cualquiera niña de trece pudiera sentir. Una adolescencia desvanecida, nublada . ¿Si...