¡ESTO TAMBIÉN PASARÁ!
-Cuentos para quererte mejor
JASÓN
Todo es blanco excepto las habitaciones pediátricas que tienen colores pasteles de la mitad hacia abajo con figuras infantiles, sigo por el pasillo junto a mi Nana que habla sin parar de temas triviales como siempre, en el transcurso saludamos a todos y cada uno de los Doctores e internos de este lugar, de pronto me siento famoso. Subimos al ascensor y marcamos el piso tres, donde queda el área de Oncología, mientras ascendemos introduzco mi mano en mi bolsillo para asegurarme de no haber olvidado los caramelos de menta «Los reparto despues de las quimioterapias para entretenernos un poco» y por suerte están allí. Las puertas metálicas se abren y hay algunos pacientes sentados esperando su turno con algún Doctor, unos deambulan de un lado a otro, los saludamos y cruzamos a la izquierda, nos recibe la Doctora White y el enfermero George, ambos encargados de mis sesiones de quimioterapias.
Voy al baño me cambio y me coloco una bata blanca, saco del bolso mi reproductor mp3, auriculares, botella de agua y libro que estoy leyendo, escuchar música y leer es mi pasatiempo durante cada sesión más que todo escuchar música o reflexiones de algún coach, así no corro el riesgo de vomitar alguna página en el proceso.
Ya listo, me dirijo a la habitación. Saludo a mis compañeros de cuarto la primera es Lissa una niña de catorce años, es muy divertida siempre se le ocurren chistes para cada ocasión incluyendo en las que no debe, le sigue Evereth un anciano secentón muy sabio y con muchas historias que contar, luego está Brody un niño de seis años pregunta muchísimo y un soñador, y por último Salmée una mujer de quizá unos treinta y ocho años, bondadosa y buena cocinera. Evidentemente el cáncer no mira edad, raza, ni color. Entra sin pedir permiso y mucho menos se va sin pedir disculpas.
Tomo asiento en el sofá, George presiona el botón para que esté más erguido y me acuesto, colocándome la manta sobre las piernas mientras él tomo una muestra de sangre seguidamente mide mi tensión arterial, el pulso, la respiración y la temperatura luego comienza a pasarme el tratamiento por medio del Catéter que reposa por debajo de mi clavícula, y se retira.
Ada se adentra en el lugar saludando con carisma a todos entre besos y abrazos y por último toma asiento a mi lado en el puesto de los visitantes, toma entre sus manos el libro carraspea y lee en voz alta.
EL MENSAJE DEL ANILLO
Ni lo bueno ni lo malo es para siempre
—Me están fabricando el mejor anillo del mundo, con el diamante más
grande —anunció el emperador a sus consejeros—, y me ha dicho el oráculo que
debajo de la piedra debo inscribir un mensaje mágico, un sortilegio para
los momentos de desesperación. ¡Ayudadme a buscar la frase!
Durante tres días y tres noches, nadie durmió en el palacio. Todos querían
ofrecer la mejor frase a su emperador, un hombre generoso que sabía
recompensar a los que le servían bien.
Le presentaron tratados de astronomía, textos en arameo y fórmulas
matemáticas de gran complejidad. El emperador las rechazaba desesperado:
¡solo necesitaba dos o tres palabras capaces de dar aliento! Y ninguno de
sus sabios lograba encontrarlas.
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Si tu mundo se acaba ©
Novela JuvenilEn el instante en que mis ojos se fijaron en aquel suceso, mi mundo se pausó y desde ese mismo momento todo en mí cambió, llevándose la felicidad y los sueños que cualquiera niña de trece pudiera sentir. Una adolescencia desvanecida, nublada . ¿Si...