Capítulo 13

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Tengo los ojos abiertos a un tamaño tan enorme por la sorpresa, no puedo creer que Seokhwa me está besando, ¿por qué lo hace?


Él empieza a mover su boca en busca de más y yo cierro los ojos y me dejo llevar, siento lo suave de sus labios  y su aliento con ligero sabor a alcohol lo que me vuelve loca. Escucho como su respiración y la mía chocan, por dentro soy un revuelto de sentimientos extraños. Sus pulgares acarician mis mejillas mientras nuestras bocas se menean en sintonía, él empieza a bajar la velocidad y sus labios se mueven a una lentitud que me hace sentir cada pequeño movimiento que está haciendo y como si fuese un hechizo yo lo sigo al mismo ritmo.

Maldita sea.

Seokhwa detiene poco a poco el beso, haciendo que despierte del hechizo.

Lo miro directamente a los ojos, él me observa tranquilamente con sus ojitos entre cerrados. Trago saliva, mi corazón palpita mucho y no sé cómo debo sentirme al respecto.

Soy un tomate humano, maldita piel pálida. Tengo suerte de que es de noche y él no está en sus cinco sentidos o notaría lo que su beso me provocó.

Seokhwa empieza a moverse a punto de caer. Rápidamente agarro su brazo y lo paso alrededor de mi hombro.

─Bebé, no eres exactamente liviano, así que no me culpes si llegas a caerte.

Balbucea algo que no entiendo y empezamos a caminar hacia la casa. Desbloqueo la puerta principal, en la sala de estar se encuentran Joshua y David mirando la televisión.

─¿Qué pasó? ─pregunta David sorprendido.

Se pone de pie y corre a agarrar a nuestro amigo. Me pongo roja al recordar lo que pasó en la entrada aunque sé que se refiere a qué le pasó a Seokhwa.

─No tengo idea. Me encontré con él en la entrada y estaba así. Jamás lo había visto borracho, ni siquiera sabía que tomaba.

─No toma ─suelta Joshua─. Es que está época del año, él se pone sentimental.

David lo observa, luego hace una cara que indica que recordó por qué bebé se pone sentimental.

─¿Por qué se pone así en esta época? ─pregunto.

─A él no le gusta hablar de eso. Sería mejor que él te lo cuente, no nosotros.

─Ya veo ─suspiro.

¿Qué pasa en la vida de mi Seok? ¿Qué lo hace ponerse tan borracho al grado de perder el conocimiento así?

─Lo llevaré a su cuarto ─anuncia David.

Ambos se van al segundo piso, dejándonos a Joshua y a mi solos.

─Bueno, tengo algo que hablar contigo.

─¿Podemos hacerlo otro día? Estoy cansada.

─Esta bien, ¿mañana?

─Si, mañana está perfecto.

Subo hasta mi habitación y me encierro.
¿Por qué respondí al beso de Seokhwa borracho?

Eres una idiota, Alexis.

Alexis y los chicos [✔] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora