"Deseo"

RAY Y YO

Nos sentamos en el sofá y vimos una saga completa, duramos 3 días para terminarla, en esos días hacíamos nuestra rutina, desayunábamos, comíamos, veíamos tele, platicábamos.

Lobkung y él se llevaban mejor dormían juntos, lobkung no nos quería dejar solos y ambos tenían mi atención y los quería.

Ray en cada oportunidad me daba besos en la mejilla y a veces en la boca, sonreía y me gustaba tenerlo cerca.

iniciando la semana me di cuenta que se cumpliría el mes desde que sus hermanos se fueron, se lo dije y él se quedó serio, pensó en que en cualquier momento ellos pudieran regresar.

Fui a la cocina a tomar agua y Ray se fue detrás de mí, cuando me di cuenta me beso largo y suave, me dijo que me deseaba y quería dormir conmigo, pero le dije que no.

- Vamos durmamos los tres en la cama lobkung en medio de los dos, es que el piso ya me lastimo, yo también pensaba lo mismo habíamos dormido juntos por qué no nos queríamos separarnos ni en la noche.

Me agrado la idea y acepte, pero lobkung cuando nos acostamos él se quedó abajo y no quiso subir, Ray solo le agradeció.

Cuando cerramos la puerta le dije a Ray.

- Entonces hazme el amor.Ahora.Esta noche.

Por un momento a Ray le brillaron los ojos, pero después negó lentamente con un movimiento de cabeza.

- No sabes lo que dices.

Me aproxime a él y coloque una mano sobre mi pecho.

- Te equivocas, Ray. Se perfectamente lo que digo.

Era cierto lo deseaba y estaba enamorada de él, suena absurdo pero tanto años esperando un hombre como él.

- Eh luchado contra este sentimiento desde el día que nos conocimos.

- Tienes razón, Aby yo igual. Te amo, espero no lo veas mal pero te amo te he esperado desde hace mucho, te amo y quiero estar toda mi vida a tu lado y protegerte hasta de mí mismo.

Alzo las manos y rodeo mi cintura con sus brazos. Me abrazo.

- Yo también te amo Ray, te amo con toda mi alma.

El me beso y sonreía.

Ray me alzo y me llevo a la cama, yo sonreía. Me dejo en la cama y me quito lentamente el vestido que llevaba desabrocho mi brassier y me lo quito por la cabeza, sentía vergüenza, mis mejillas estaban rojas sin duda, pero no intente cubrirme confiaba en él, no tras comprobar la mirada de aprobación que brillaba como fuego en los ojos de Ray, me soltó el cabello.

- Eres preciosa- dijo Ray en voz baja.

Se podía escuchar que una tormenta había empezado, las ramas caían en la cabaña y por la ventana se veía que nevaba y hacia mucho aire, Ray deslizo su boca en mi cuello, al momento en que ambos nos tumbábamos en la cama, cuando él se puso arriba de mí, me mordisqueo un pezón. Lo saboreo mientras la luz iluminaba mi cara gimiendo de placer, nos besábamos al compás de la tormenta que estaba fuera igual de enérgicos, yo besaba a Ray y lo miraba como disfrutaba mi cuerpo, Ray me veía y sonreía me besaba todo el cuerpo, desde mi frente hasta mis piernas, cada segundo notaba más su dureza tanto que miraba sus ojos llenos de desesperación, cuando yo estuve lista él me dijo – no te haré daño- acto seguido, me penetro podía ver su cuerpo deslizando en su interior, llenándome de tal modo que provoco que yo me estremeciera, me sentía acalorada pero feliz y con emociones que no sabía describir. Lo agarre por el cuello y clave mis uñas en sus hombros en tanto arqueaba su cuerpo. Cada vez con más fuerza más profundamente, más deprisa, con un ritmo seductor, absorbiendo su mente y cuerpo...

Me tense y una ola de calor invadió mi cuerpo.

- ¡RAY! – exclame, note como algo caliente y húmedo se derramaba en mi interior lo abrace tan fuerte y bese el hombro temiendo que si me soltaba de él, podía caer.

El me beso y gimió de placer, para después tumbarse a mi lado. Me beso con suavidad.

Escuchábamos la tormenta y cuando estábamos acostados mientras nos abrazamos y me dijo:

- ¿Te ha gustado? .

- Si, mil veces mejor de lo que ya me había imagino.

- Soltó un risa  y dijo: te amo Aby, así que has pensado en mí dijo en mi oído, te amo yo también.

- Sonreí y le tape la boca con mis manos.

Lobkung ladro y nos reímos.

Le pregunte que había pensado lobkung y dice que le dijo: Maldito, ojala te acalambres.

Reímos a carcajadas.