RAY Y YO (segunda parte)

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Nos sentamos en la cama y empezábamos a besarnos, reíamos y me abrazaba fuertemente, yo no dejaba de sonreír.

Mientras nos besábamos pensaba que en algún momento deberíamos de hablar sobre nosotros a futuro pero cada vez que lo pensaba no dejaba de preocuparme, el todavía no había tomado la cura y no sabía cómo manejar la situación, el sintió que no estaba concentrada y se detuvo y me pregunto si todo estaba bien, aunque pudieran leer la mente respetaba mi espacio y agradecía que me preguntara.

No sabía cómo empezar a hablar sobre eso así que solo lo bese diciéndole que nada y sonreí.

Se levantó y me dijo – no te levantes, tengo hambre e iré a hacer de comer tu quédate aquí y yo te traigo todo aquí, solo asentí.

Cuando se fue busque el diario de papá para leerlo nuevamente buscando pistas además pensaba en cuando regresarían los muchachos.

Me sentía muy estresada.

Cuando voy oliendo a quemado, baje pronto en cuanto pude y al bajar vi humo salir de la cocina, pero no estaba ni lobkung ni Ray.

Cuando vi que la puerta de la cocina estaba abierta Salí corriendo asustada, me complació verlos tosiendo por el humo y se veía que lobkung estaba molesto con Ray, los vi y solté la carcajada, fue muy gracioso verlos.

Entre y vi que había preparado sándwiches pero la leche se había tirado y se quemó, no era nada grave.

Ya había pasado algún tiempo desde que había ido al pueblo y le dije a Ray que si quería ir conmigo.

Contesto que si pero antes quería hacer algo más.

Me tomo en sus brazos y subió las escaleras rumbo a mi cuarto, al llegar me acostó en la cama y me beso, me dijo que me deseaba siempre.

Admití que también lo deseaba, pasando los dedos por la sedosa punta de su miembro y te deseo más que a nada dije.

Ray cerró los ojos, como si estuviera a punto de perder el control. Pero yo era justo lo que quería que ya no se controlara y me tomara como ya antes lo había hecho.

Quería verlo frenético, desesperado; quería que experimentara lo que yo estaba experimentando las mismas ganas de deseo que él.

El me beso y empezó a quitarme la ropa con la lujuria con la que yo le quitaba la de él, nos acostamos en la cama y empezó a besarme como si su vida dependiera de ello.

Apenas podía creer lo que sentía, jamás había sentido esto por nadie más. Hace unas horas este hombre me había hecho sentir el mejor orgasmo de mi vida el más fabuloso y estaba a punto de tener otro y otro y otro.

Envolví su miembro con mi mano, Ray soltó un gemido, sabiendo que no podía esperar más. Me tomo con fuerza de la cintura y me penetro nuevamente, me besaba los pezones y no podía dejar de sentirme llena, feliz y satisfecha.

Sentí como él estaba explotando en mi interior, mientras el me besaba ardientemente al momento en el que yo sentí un volcán en mi interior me sujetaba a él con todas mis fuerzas, lo besaba con pasión y quería más y más de él, lo bese una y otra vez, llenándome de la lujuria y la pasión que estaba en ese momento en esa habitación que inundaba mi corazón y mis pulmones solo podía respirar el olor del cuerpo de el y la sangre nos corría a ambos como si fuera a romper record, poco a poco el me besaba con más suavidad y yo a él.

Cuando recuperamos el aliento y la noción de donde estábamos él me dijo:

- Te amo Aby.

- Te amo Ray,respondí.

"Deseo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora