*Biiiiiiiip* *Biiiiiiip*
-Un ratito más mami, hazme el favor y deja de gritar. Seguro que Aline te recibe mejor que... -Dije quedándome dormida de nuevo. Algo acabó en mi cara y con un brinco por el susto acabé en el suelo - ¡Mi culo! -grité. Ariel me miraba divertida con una almohada en la mano.
-O te levantas o llegarás tarde a tu primer día de uni y no, no voy a acompañarte, te eclipsaría y no quiero eso.
Pusé los ojos en blanco mientras la hacía señas para que saliera de la habitación. Me levanté del suelo y me dirigí al baño. Al mirarme en el espejo casi me caí del susto: tenía el pelo como un nido de pajaritos, restos de baba en la boca, parecía un mapache por culpa del maquillaje y, para colmo, un jodido grano adornaba la punta de mi nariz, sin contar que mi aliento habría tirado a un zombie de espaldas.
Me empleé a fondo: me duché, desmaquillé, lavé los dientes y cepillé mi pelo para hacerme una coleta baja, me apliqué corrector, una bbcream y polvos, no me molesté en maquillarme los ojos y me coloqué mis gafas sin ganas de ponerme las lentillas. Un poquito de brillo en los labios y me dirigí a mi armario. Escogí un vaquero con un roto en cada rodilla, un jersey ancho granate y mis converse tobilleras blancas. Bajé a toda prisa las escaleras, le di un beso en la mejilla a mi madre mientras cogía una tostada y me puse el abrigo, cogí mi bolso junto con las maletas y salí por la puerta.
(...)
Genial, te has perdido nena, enhorabuena.Bufé molesta y seguí mirando el mapa de Madrid que había comprado en una tienda. Por lo menos había logrado llegar hasta la estación... Oh, vamos... Si esta a tres manzanas de casa, ¿que me estas contando?
Me acerqué a una señora e intenté preguntarla pero ante mi español con acento inglés, la señora que debía ser de Madrid cerrada, me dijo que no podía ayudarme.
-Perdona, ¿puedo ayudarte?
Me giré para encontrarme con un adonis griego. Mis ojos se salieron de las orbitas y desnudé con la mirada a aquel hombre de ojos verdes.
-Eh... Y-Yo... -tartamudeé mientras el me miraba divertido. Sacudí la cabeza discretamente intentando aclararme - Soy Abbie, Abbie Preston -le dije tendiéndole la mano.
-Trent, Trent Ryder - dijo mientras se acercaba para darme dos besos. Definitivamente, amo España y sus costumbres.
-La verdad es que estoy un poco perdida...
-Dejame ayudarte, ¿a dónde quieres ir?
-A la Universidad Europea.
-Muñeca... ¿Sabes que tienes un viaje de hora y media larga verdad? Y eso si tienes buen tráfico - río y yo puse mala cara.
-Pues no me hagas perder más tiempo y dime lo que tengo que hacer.
-Te acompañaré... fiera, tengo que pasar a ver a un colega -dijo divertido.
Yo asentí y me dirigí hacia el metro que acababa de abrir las puertas. Me quedé de pie y Trent hizó lo mismo.
-A ver, estamos aquí, en la estación de Chamartín -me explicó- nos bajaremos en la estación de Colonía Jardín aunque pasaremos por otras 13; después, correremos hacia la estación de tren de Colonía Jardín y desde allí iremos a la estación Ferial de Boadilla y después pediremos un taxi que nos dejará en la misma puerta - lo miré atónita- no has entendido nada, ¿a que no?

ESTÁS LEYENDO
Can't change
Teen FictionAbbie Preston, es una chica de clase alta, vive rodeada de lujos y es una importante modelo estadounidense, el problema llegará cuando tenga que mudarse a Madrid y su mejor amiga la arrastré a cambiar de vida. ¿Podrá sobrevivir a los líos de esta ci...