El demonio

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Me encontraba en medio de un pasillo, las paredes eran oscuras, a cada uno de mis lados había una puerta abierta, a mi derecha estaba ¿Mi padre? Si, era él...ese hombre que me educo. De nuevo con una mujer en sus piernas, sus manos sin pena explorando el cuerpo de aquella mujerzuela. Los sonidos dejaban en claro lo que mi progenitor hacia. De pronto, la puerta se cerro.

A mi izquierda el cuarto es blanco, hay una cama donde yace mi madre, ella solo sonríe como si nada pasara. Como si todo estuviera bien. Como si no escuchara nada.

De nuevo se vuelve abrir la puerta del cuarto donde esta mi padre. Él sale y pone en mis manos un juguete mientras que susurra un "shhh..."
¿ Porqué me das este juguete? ¿madre, Porqué no dejas de sonreír? ¿Porque solo miras? ¡¿ Porqué?! ¡¡Quita esa sonrisa!!

-¡Siwon!¡Siwon! ¡Despierta! - llamaba desesperada Saulid.

Al abrir los ojos sentí como si pudiera respirar por primera vez.

- ¿De nuevo pesadillas? - me miro a los ojos.

- si - frote mis sienes y pude sentir un sudor frío.

- debes descansar, vete a casa, yo supervisare el bar- palmeo mi espalda.

- No Saulid, yo puedo hacerlo

- ¡Siwon! Solo descansa - me fulminó con la mirada, así que baje mis hombros en rendición.

Saulid es una vieja amiga, siempre ayudando cuando mas lo necesito. Aunque a veces sus gustos son algo raros y llegamos a pelear demasiado.

-¡Largo!

Salí del bar, camine hacia mi auto y maneje hasta la casa. Sentía unas punzadas en mi nuca.

Mientras subía a mi habitación, fugazmente aparecían pedazos de mis sueños. Eran borrosos y llenos de tristeza. Llegaban a mi como lluvia ácida. Quemaba, mi cuerpo ardía. Sentía una loca necesidad. Una ansiedad que recorría mi cuerpo. Solo quería tenerlo.

Entre a su habitación con la poca cordura que había en mi mente.

- ¿ Q- Qué haces?- su voz era temblorosa pero aun así valiente.

Mis pasos eran suaves, mire su cuerpo mientras que el mio aun ardía.

- ¿Siwon?

Alce una mano para que se callara, el ardor seguía siendo insoportable. Saque mi saco y comencé a desabotobar mi camisa.

Kyuhyun se movió intentando salir de la habitación pero su intento fue en vano cuando lo tome por los hombros.

- ¿a donde crees que vas?

- sueltame - lo mire a los ojos

- esta vez no escaparas...caperucita- musite en voz baja por encima de su hombro mientras comenzaba a sacarle la playera.

-n-no...¡alto!

-es una orden - sentencie.

Mis manos estaban tocando su piel, era caliente y suave, lo tome por la cintura y logre sentir un escalofrío en su cuerpo.

- no...¡no quiero que me toques!

- lo estoy haciendo - Kyuhyun levanto una mano - ni se te ocurra hacer algo que lamentarás - bajó la mano lentamente ante mis palabras.

Lo dirigí con mi cuerpo hasta la cama, lo coloque boca abajo. Mis dedos tocaron sus pezones, los jalaba y presionaba fuertemente, sentía el cuerpo debajo de mí moverse tontamente.

-Pero...ngh...ah...

- Shhh...- una de mis manos bajo su ropa dejando al desnudo su trasero.

Baje mi brageta, para liberar de la opresión a mi miembro.

-¡No!...- gritó demasiado tarde- ¡ah!...¡ah!

Entre salvajemente dentro de él, era muy apretado y estrecho. Me moví hacia atrás y después con gran fuerza hacia adelante, más y más, mi ardor disminuía gradualmente.

Podía escuchar unos sollozos pero hice caso omiso y seguí con lo que quería. Mis embestidas eran descuidadas y rápidas. Jale los cabellos de su nuca para pegar mas su trasero a mí y aumentar mi placer.

Mis manos se pasearon por su espalda hasta llegar a su cintura, la tome entre mis manos y con fuertes movimientos la juntaba a mi. Los gritos de Kyuhyun para mi eran simplemente hermosos.

Poco antes de llegar al final, salí de él. No me gusta vaciarme en alguien, nunca lo he hecho y no creo hacerlo.

Kyuhyun dejo caer su cuerpo sobre la cama.

Ya no había ningún malestar en mi cuerpo. Vaya que este niño servía.

Pero, ¿por qué sentía ganas de llorar?

- por ahora eres mio - susurré en sus labios, él cerro sus ojos ante mis palabras.

Acomode mi vestimenta y lo deje sólo para que pudiera descansar. Ahora todo estaba bien, o eso creía en ese entonces.

Llegue a mi habitación y termine con lo que había empezado con Kyuhyun, vaciandome en el baño.

NARRA KYUHYUN

Llorar como un niño desamparado en una cama que ni siquiera es tuya, escuchar los sollozos resonar en una habitación ajena. Ser el perro de un enfermo.

Intente moverme pero el dolor en mi trasero era enorme. Hice un segundo intento y me levante acuestas. Llegue a la ducha y comencé a tallar mi cuerpo, eliminando el rastro de los toques agresivos de Siwon.¿Porque no lo había golpeado? Por que sus ojos eran terrorífico pero a la vez eran tan tristes.

Frote y frote hasta que mi piel adquirió un rojo carmesí. Solo tenia vergüenza, pena. ¿A que ser humano se le ocurría tener a un hombre para hacerle lo que quisiera?...

Pero en mi interior pude escuchar a mi conciencia decir con una voz baja pero clara: ¿y a quien se le ocurre entrar en un juego que sabe que puede perder y arriesgar mucho?

Maldicion...

En manos del demonio (WonKyu/ Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora