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Erick llega a casa de Christopher cargando en su espalda a Zabdiel, el mayor a penas y ha podido hablar un poco, sus heridas parecen ser demasiado dolorosas y su pérdida de sangre contribuye a su debilidad.

─¡Chris! ─grita el ojiverde desde la calle.

El nombrado salió e iba a dar un sonoro grito cuando Erick le hizo una señal con su dedo en su boca para evitarlo porque podría asustar a Lila.

El castaño entendió y entró para meter a la niña a la habitación y al terminar salió igual de veloz para ayudar a Er con Zabdiel.

Muy cuidadosamente lo pusieron en el sillón, Erick fue a la cocina para tomar un vaso con agua dejándolos solos un momento.

─Por Dios Zabdi, ¿Qué te hicieron? ─pregunta al borde del llanto─ ¿Qué sucedió?

─Yo, yo quería darles una vida mejor ─logra articular con dificultad─ solo quería juntar lo más rápido para irnos de aquí.

─Pero no así cielo, no así ─insiste tomando el rostro de Zabdiel entre sus manos suavemente.

─Tengo, tengo que apresurarme...

─No, ahora no, por favor descansa, pronto te recuperaras y en cuanto yo pueda moverme igual trabajare, somos una familia Zabdi.

El menor asintió aún muy adolorido, no tiene muy buenos recuerdos solo pequeños flashback donde recuerda haber sido pateado y golpeado en repetidas ocasiones por distintas personas.

Luego de unos segundos Er llega sosteniendo un vaso con agua y un par de pastillas, está sereno o al menos esa impresión quiere dar.

─¿Cómo te sientes? ─pregunta sentándose al lado y dándole las medicinas.

─He estado mejor ─responde tomándoselas─ ¿Qué es eso?

─Solo algo para el dolor, tendremos que ir al médico en la mañana, esas heridas pueden infectarse.

─No es necesario...

─Cállate, solo, no digas nada ─regaña presionándose el puente de la nariz─ Christopher, ¿Podrías dejarnos hablar un momento?

─Por favor no seas tan severo, hizo lo que hizo por nosotros.

─Lo sé, descuida ─menciona restándole importancia─ solo quiero hablar con él.

El castaño asintió y fue a la recamara donde está la niña para dejarlos solos, al escucharse la puerta cerrarse el de por sí tenso aire entre los hermanos se solidificó aún más.

─Lo arruiné, ¿No es así? ─pregunta Zabdiel luego de unos segundos.

─Y en grande ─responde negando con la cabeza─ ¿A quién le vendiste?

Zabdiel volteó su cara bruscamente para evitar el contacto con el menor pero no le sirvió de nada.

─Zabdiel, ¿A quién le vendiste?

─A Johann.

─Eres un idiota ─maldice poniéndose de pie─ desde que Richard y Johann pelearon se odian a muerte, ¿No podrías haber buscado a alguien más?

─Paga bien.

─¿Sí? ¿Paga bien? ¿Y valió la pena? ─pregunta enfadado─ Maldita sea Zabdiel, no puedes simplemente actuar sin meditar antes, ¿Tienes una idea de lo que te hubieran hecho si no llegaba a tiempo? ¿Pensaste en Christopher tan siquiera?

─Todo el tiempo Erick, lo hice por él ─reta empezando a enojarse─ lo hice por ti, por ustedes, ¿No querías huir de aquí?

─Sí pero a su tiempo, y si pensaras en Chris no hubieras hecho esto, da gracias a que se lo tomó personal contra ti y no contra él.

Joerick: Mi religión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora