Vamos en el carro y me pongo nerviosa porque me dieron el lugar de copiloto, tengo a Manuel a un lado y a Julian detrás de mí.
Ponen música a la cual no le presto atención ya que me enfoco en el camino y en mi respiración, tenerlos cerca a solas es muy diferente a tenerlos en público con tanta gente a nuestro alrededor.
Manuel no despega la vista de la autopista y Julian va en su celular, cuando decido poner mi cabeza contra el vidrio de la ventana Manuel decide hablar.-¿Tan aburridos somos?-voltea a verme de reojo y siento el corazón latiendo en mi estómago.
-¿Aburridos? Creo que eso podría ser lo menos indicado para describirnos- le asegunda Julian y eso no ayuda con los nervios que siento.
-¡Oh, no! claro que no son aburridos, pero realmente no sé que decir- digo mientras los hermanos voltean a verme.
-Empieza por tu nombre, pequeña Rivera-dice Manuel mientras disminuye la velocidad.
-Me llamo Andra- le respondo.
-Lindo nombre ¿A qué sí, Julian?
-Claro, muy diferente a lo que está acostumbrado- dice animado y me inspira mucha confianza, le dedicó una sonrisa que me es respondida con una demasiado linda.
-¿Cuantos años tienes?-vuelve a cuestionar Manuel y mi mente vuelve a la intranquilidad.
-18- respondo poco convencida.
-Te ves mas grande- responde Manuel y yo me encojo de hombros.
-Ya me lo habían dicho-digo-pero no lo creo realmente.
-Mmm, como digas- devuelve la vista al frente y hago lo mismo pero...
-No es como que conozca de maravilla la ciudad pero estoy segura que este no es el camino para el departamento de mi hermano-me empiezo a revolver en el asiento.
-Ah, lo sé, pero es que el propósito es llevarte a la fiesta que tu hermano se negó.
-Pero dijeron que...
-Sabemos lo que dijimos pero tranquila-habla Julian-tenemos quien nos avise cuando tu hermano salga de la cena, así que cuando lo haga nosotros te llevaremos.
-Pero...
-No digas nada, lo necesitamos, aparte tenemos que darle la bienvenida a la chica linda- me dice Manuel y seguimos el camino hasta el lugar de la fiesta.
***
Bueno, llegamos a una casa muy linda, de verdad, está maravillosa y grandisima.
-Que grande es-digo maravillada.
-Pero ni la has visto-dice Manuel con una mirada demasiado coqueta.
-Deja a la chica en paz, Manuel-dice Julian y se lo agradezco mentalmente, supongo que me puse demasiado roja porque la cara me arde.
Me abren la puerta y ya está llena de gente que saluda a los chicos, Manuel se queda platicando con unos amigos y Julian me acompaña a la cocina a servirme un trago.
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Presiento
Teen Fiction¿Alguna vez se han enamorado? ¿Han sentido ese hormigueo en el estómago? ¿Han defendido su amor incluso de su familia? Pues me pasó, conocí a un chavo que me robó todo, hasta la tranquilidad. Mi hermano nunca estuvo de acuerdo, y yo pensaba que era...