Pienso en todas las cosas que cambiaron de un año a otro.
Más preocupaciones.
Menos personas.
Hay algo que he aprendido este año, no dejar que nadie me cambie.
Ya no sé que pensar sobre muchas personas que me rodeaban cercanamente. Lo hacían y lo agradecía. Ya no lo hago.
Aprendí a separarme de esas personas que lo único que buscan es hundirte cuando tú estás a punto de llegar a cima, cuando estás a punto de lograr lo que haz soñado, o algo de lo que en un futuro vas a estar orgulloso. Lograr ese objetivo es lo que te hace más fuerte dentro de los demás.
Me gustaría viajar por un tiempo, conocer otras culturas, vivir de otro modo.
Pero también volvería.
No dejaría todo aunque muchas veces me gustaría, pero sé que tengo mucho que disfrutar de lo que me tocó.
No me gustaría dejar mis amistades, llego a unas diez pero no importa el número, lo que importa es que son verdaderas.
Volviendo al punto de las personas que buscan hundir tu camino, me he encontrado con demasiadas de esas este año. Alguien que era muy especial para mí se volvió para ese lado, y alguien que ahora es demasiado importante para mí salió de allí para enfrentarse a todo sola como yo lo estaba haciendo. Nos unimos. Enfrentamos todo juntas.
Solía querer ser como ellas. Solo por el hecho de que me sentía sola.
Nunca pude, intentar ser otra persona no era lo mío.
Hay unas once personas que me conocen realmente como soy. Las tengo contadas. Y ninguna me obliga a cambiar. Ninguna.
Estar en mi habitación leyendo y escribiendo todos estos días es lo mejor que puedo hacer. Me siento bien conmigo misma. Estoy feliz. Y puedo decir que me gustaría llegar a la conclusión de que estoy orgullosa de mi año y de lo que he enfrentado y lo que ha cambiado. No me arrepiento de nada, no puedo. Hay recuerdos y personas que se quedarán conmigo para siempre. Estoy orgullosa de todo el año.
Estoy orgullosa de lo que soy.
Muchas cosas podrían ser mejores, pero yo quiero que se quede todo así.
Volvería el tiempo a todos los momentos donde sonreía, pero sonreír de verdad, por cualquier locura que hice este año. Bastantes. Las personas que me rodean nunca piensan que soy así, llegaron a decirme que tengo una “vida aburrida” por leer y tener buenas notas. Nada de eso significa que no tenga una “vida divertida” o lo que sea, tengo millones de anécdotas para contar, muchas cosas que repetiría una y mil veces, y piensan distinto de mí porque nunca pasaría todo con esa gente. Lo repetiría con las mismas personas con las que lo hice, porque con ellas puedo hacer todo. Los recuerdos me mantienen feliz.
Hace poco vi un vídeo donde le preguntaban a una chica que era para ella tener una “vida chula” (era de España) y ella dijo que su vida era chula porque ella disfrutaba de todo lo que hacía y porque ella decidía si su vida era chula o no.
Y yo decido que la mía lo es. Porque yo lo decido así.