Los Guardianes del Mundo

Prólogo 3: El no-aviador (el niño pequeño)

-¡Neito!- grito una voz ronca -¡Ven acá y ayúdame!-

El pequeño niño, con cabello rubio, una gorra negra con una calavera de imagen, un camisón que casi le llegaba a las rodillas y pantalón de mezclilla corrió rápidamente hacia el cuarto donde estaba su tío:

-Dígame tío- dijo el niño jadeando de lo rápido que había corrido.

-¡Ah, hasta que llegaste imbécil!- le gritó el tío -¡Mira, necesito que me estes pasando herramientas para comenzar a darle mis toques finales al avión que en este momento estoy construyendo!-

-¿Esta hablando de “El Relampago”?- preguntó Neito muy entusiasmado

-Si… por fin nos podremos ir de esta asquerosa ciudad y regresar a tu hogar en Junon-

-¡Que bien!- gritó Neito con emoción –Cuando lleguemos ahí, le mostrare mi mas grande proyecto “El Bronco Feliz”. Todavia no esta del todo terminado pero ya vera que muy pronto lo estará-

-Niño- le dijo el tio poniéndole una mano en el hombro –No voy a quedarme en Junon-

La sonrisa de Neito se le borro de la cara:

-¿Qué?- dijo con tristeza –No se… ¿quedara?-

-Mira niño- dijo el tio dándose la vuelta –Yo vivo solo ¿vale? Siempre yo. Yo, yo y solo yo. El simple hecho de tenerte aquí desde que tenias 3 años me ha complicado la vida. Han pasado 7 años desde entonces, creo que ya puedes hacerte una vida solo en Junon…-

-¡Pero fue por usted por quien nació mi pasión por los aviones!- gritó Neito al punto de las lagrimas -¿Ahora usted me va a abandonar como lo hizo mi padre?-

-¡No me compares con tu padre!- gritó el tio –Tu padre era solo un obsesionado en el ejercito de la Marina. Fue su propia decisión irse a una búsqueda de la cual nunca volvió… Era de los mejores, no lo dudo, pero era un idiota-

Neito se secó las lágrimas y se puso delante de su tio:

-Mi papá al menos era algo…-

El tio frunció el seño:

-¡Callate!- le gritó –Tu ni siquiera sabes pilotear un avión y asi te haces llamar apasionado de la aviación y te haces llamar aviador-

El tio se acercó y puso su puño casi en la cara de Neito:

-Solo dices mamadas-

El tio alejo su puño y se dirigió al cuarto-taller, donde su avión estaba siendo construido:

-Anda, enano- dijo el tio sin voltear a verlo –Ya perdimos mucho tiempo en estas estúpidas discusiones-

Neito suspiro triste y alcanzó a su tio en el taller.

Neito era un pequeño niño de 10 años. Era el único hijo de una muy pequeña familia. El nunca conoció a su mamá, porque esta había muerto al dar luz. Sin embargo, el padre, un muy buen piloto perteneciente a la Marina, no lo desprecio nunca y siempre lo educo. Desde que nació, el papá pensó rápidamente en incluirlo en las cosas sobre aviones, pero sin embargo, se vio obligado a dejar su hogar cuando una misión muy importante surgió en la Marina. Neito, de apenas 3 años, no sabría cuidarse el solo, por lo que rápidamente busco a alguien que lo cuidara. De parte se su difunta esposa no tenia a nadie, ya que ella era hija única y sus papás habían muerto hace ya tiempo. Asi que pensó en su parte, y pensó en su hermano: Anthony.

Hace 7 años…

-Anda Anthony- decía el papá con el niño tomado de la mano –Hazme este favor como mi único hermano-